Diez cuentos en favor de los derechos de la infancia

Madrid, 6 nov.- "Los derechos de la infancia" es el nombre del libro que reúne diez cuentos, de reconocidos autores de literatura infantil y juvenil, que ha publicado hoy la editorial Anaya para celebrar el 25 aniversario de la Convención de los Derechos del Niño de 1989.

El libro con ilustraciones de Emilio Urberuaga recopila diez cuentos a cargo de: Antonio R. Almodóvar, Eliacer Cansino, Gloria Cecilia Díaz, Agustín Fernández Paz, Mariasun Landa, Gustavo Martín Garzo, Gonzalo Moure, Daniel Nesquens, Ana María Shua y Lorenzo Silva.

Por cada ejemplar vendido del libro la editorial donará un euro a favor del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Fue en 1959 cuando las Naciones Unidas (ONU), compuesta entonces por 78 estados miembros, aprobó diez principios que persiguen garantizar a niños y niñas derechos fundamentales como educación, salud, alimentación, la no discriminación, protección especial, vivienda, entre otros.

El 20 de noviembre se cumplirán 25 años de la publicación de 54 artículos que la ONU estableció con novedades importantes a esa primera Declaración, como por ejemplo el reconocimiento de los niños como ciudadanos desde su nacimiento.

Según una nota de prensa de la editorial el libro pretende "dar a conocer a los niños y niñas de hoy en día unos derechos fundamentales que desde hace décadas velan por su protección y desarrollo".

En la introducción de esta obra, el Comité Español de Unicef afirma que hace 25 años "el mundo hizo una promesa a sus niños y niñas" de proteger y promover sus derechos.

"Es mucho lo que debemos celebrar una vez pasados estos años, desde el descenso de la mortalidad infantil al incremento de las matriculaciones escolares", comentan.

Sin embargo, destacan que estos logros también deben servir "para recordar que nuestro trabajo está lejos de finalizar".

Francesco Tonucci, prologuista del libro, afirma en el libro que se debe comprender que los niños y niñas "no son unas pequeñas y frágiles personas, incapaces de entender y de actuar de forma independiente".

Por lo tanto insiste hay que respetarlos y reconocer las capacidades que tienen desde los primeros instantes de sus vidas, sugiriendo que incluso "deben ser considerados más importantes incluso que los demás ciudadanos".