Discriminación lleva a los subsaharianos de Marruecos a recluirse en guetos

Rabat, 4 jul.- Las distintas formas de discriminación que sufren los emigrantes irregulares de origen subsahariano en Marruecos les lleva a recluirse espontáneamente en "guetos" donde tienen muy poco contacto con la población local, según puso de relieve un estudio presentado en Rabat.

El estudio "Migración irregular: respuestas políticas y retos", realizado durante dos años y medio y basado en 50 entrevistas en profundidad a emigrantes de diversos países de África negra, deja claro que Marruecos ya no es solo un país de tránsito hacia Europa, sino que se ha convertido en destino de muchos de ellos, aunque sea como "segunda opción".

Según el estudio, financiado por la Comisión Europea, los inmigrantes irregulares sufren discriminaciones en el entorno laboral -con sueldos menores a los marroquíes- y en el de la vivienda -o se les rechaza o se les pide alquileres más altos-, lo que les lleva espontáneamente a vivir agrupados en"guetos" donde construyen sus propias redes de solidaridad.

La supuesta situación de acoso policial no es generalizada: se detecta sobre todo en las regiones fronterizas (junto a Argelia o junto a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla), mientras que en Casablanca o Rabat hay mucha mayor permisividad sobre ellos.

"Los emigrantes no siempre comprenden las reglas de seguridad o la aplicación de leyes y reglamentos en las distintas regiones del país", señala el informe, aludiendo a una supuesta arbitrariedad en la aplicación de la ley.

Curiosamente, la religión musulmana de algunos emigrantes no parece ser de ninguna ayuda con respecto a los subsaharianos cristianos, y lo único que parece ser relevante para una mejor integración laboral y social es el dominio de la lengua árabe, según el informe.

En todo caso, la mayoría de los entrevistados asegura que desearían quedarse en Marruecos si dispusieran de un marco legal de trabajo y residencia, lo que desmonta la tesis de que todos ellos están en tránsito, antes o después, hacia Europa.

No existen datos fiables sobre la cantidad de subsaharianos que se encuentran en Marruecos, pero su cantidad ha ido en neta progresión durante la última década, al tiempo que se detecta un fenómeno de sedentarización en el país.

El estudio critica al gobierno marroquí, que "tiene la obligación de ser coherente con su actitud de defensa de los emigrantes (en referencia a los marroquíes de Europa) y de dar muestras de comprensión, lo que contradice la experiencia vivida por numerosos inmigrantes entrevistados".