Donald Tusk, en Grecia y Ankara para hablar sobre la crisis migratoria

  • El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, estará este jueves en Grecia y Turquía, las dos últimas etapas de su gira por los países más afectados por la llegada masiva de migrantes.

La Unión Europea propuso el miércoles un paquete de ayuda humanitaria de 700 millones de euros para los países más afectados por esta crisis, entre ellos Grecia, donde cerca de 10.000 migrantes que buscan llegar al norte de Europa siguen bloqueados en la frontera macedonia.

Estas personas han quedado bloqueadas como consecuencia de nuevas restricciones impuestas por varios países de los Balcanes, lo que puede degenerar en una crisis humanitaria de forma inminente, según la ONU.

Más de 130.000 migrantes han llegado a Europa desde enero, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La mayoría de estos migrantes pasaron por Grecia tras cruzar el Mediterráneo desde Turquía.

Tusk se reunirá el jueves en Atenas con el primer ministro griego Alexis Tsipras y luego se dirigirá a Ankara donde se entrevistará con el primer ministro turco Ahmet Davutoglu, antes de una cumbre UE-Turquía sobre la crisis migratoria el 7 de marzo.

Del paquete de 700 millones de ayuda humanitaria propuesto por la Unión Europea a los países miembros más afectados por esta crisis, 300 millones serán asignados en 2016 y 200 millones en cada uno de los siguientes dos años.

Esta ayuda podrá ser destinada a cualquier país del bloque en situación excepcional, pero "irá, en gran medida, a Grecia, que vive la crisis humanitaria más grave", dijo el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides.

Grecia, que actualmente acoge a 23.000 migrantes, advirtió el martes que "no está en capacidades de gestionar a todos los refugiados que llegan" a su territorio y dijo que necesitaría 480 millones de euros para acoger a un total de 100.000 refugiados.

Macedonia por su parte dejó pasar el miércoles por su frontera con Grecia a 300 refugiados sirios e iraquíes.

Estos son los primeros grupos de migrantes autorizados a cruzar su frontera, punto de paso de la ruta de los Balcanes para seguir camino hacia el norte de Europa, desde los choques que se produjeron el lunes entre migrantes y policías de Macedonia.

Cerca de la localidad griega fronteriza de Idomeni, en un campamento para 1.600 personas, la situación humanitaria seguía degradándose. "Entre el viernes y el domingo, el número de personas en este campamento pasó de 4.000 a 8.000. Y ahora estamos en 9.000", explicó Jean-Nicolas Dangelser, de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Idomeni.

En Francia, el desmantelamiento de una parte del campamento de inmigrantes en Calais (norte de Francia) se reanudó el jueves.

Iniciados el lunes, los trabajos, destinados a evacuar la zona sur del campamento, avanzaban más rápidamente que la víspera y se concentraban el jueves en un espacio ocupado hasta ahora por refugiados kurdos.

Como en los días precedentes, las operaciones tenían lugar con la presencia de un importante dispositivo policial de protección.

Según las autoridades francesas, una hectárea ha sido evacuada en lo que va de semana, del total previsto de 7,5 hectáreas.

Entre 800 y 1000 personas viven en el sector sur de la "jungla" que será desmantelado, pero las asociaciones estiman ese número en 3.450. El objetivo es recibirlas en albergues en Calais o en otras ciudades de Francia.

En todo el campamento hay entre 3.700 y 7.000 migrantes, en su mayoría sirios, afganos y sudaneses que quieren pasar a Gran Bretaña.

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