Petit Goave (Haití).- El buque de la Armada española Castilla llegó hoy a Petit Goave (unos 70 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe) donde llevará a cabo un despliegue de ayuda humanitaria para paliar los daños causados en Haití por el terremoto del pasado 12 de enero.
"Es nuestro mejor barco para estas situaciones, hemos traído lo mejor", dijo a Efe el oficial de comunicaciones del Castilla, Aurelio Soto, pocos minutos antes de que zapadores e infantes de Marina desembarcaran en Petit Goave.
Una avanzadilla de alrededor de un centenar de infantes alcanzó tierra en un lancha anfibia LCM sobre las 13.00 horas (18:00 GMT) junto con vehículos ligeros, en una suerte de acto simbólico que sirvió para que la población supiera que los soldados españoles habían llegado a la castigada ciudad.
El desembarco se produjo en un punto de lo que queda del puerto de Petit Goave, que, al igual que el resto del litoral de la zona fue duramente golpeado por el terremoto, dejando varios cientos de muertos en el área, según informaciones extraoficiales.
"Principalmente vamos a aportar nuestra capacidad de potabilización de agua, apoyo sanitario, desescombro y apertura de viales", indicó Soto.
Para estos trabajos el buque dispone de zapadores, una unidad de apoyo logístico y otra de apoyo sanitario, así como excavadoras y maquinaria agregó el portavoz, quien indicó que se confía en completar el desembarco en los próximos días.
El Castilla, preparado para brindar atención médica a setenta personas, cuenta con cuatro helicópteros para la evacuación de personas, dos quirófanos y un equipo de 28 especialistas médicos que cubren todo tipo de especialidades medicas, entre ellas ginecología, pediatría y odontología.
La embarcación dispone incluso de especialistas en veterinaria.
La nave regresa a Haití casi seis años después de su anterior misión en las costas del país, que comenzó el 15 de octubre de 2004 en una tarea de apoyo a la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).
Las calles de Petit Goave presentaban hoy una estampa desoladora, con cientos de tiendas de campaña improvisadas que, en muchos casos y bloqueadas en muchos puntos por las montañas de escombros de los edificios derruidos por el temblor.
Las tropas españolas llegan a esta localidad para dar continuidad al resto de contingentes militares repartidos desde Puerto Príncipe hasta esta zona, lo que incluye dotaciones de Estados Unidos, Francia, Canadá y Sri Lanka.
Fuentes de un contingente de la Guardia Civil desplazado a Petit Goave hace varias semanas indicaron que la seguridad, la vigilancia y la asistencia medica están cubiertas en esta zona, pero es necesario intensificar el trabajo a partir de ese punto hacia el oeste, en especial en el vecino Miragoane.
La situación en Haití, por otra parte, mostró hoy de nuevo algunos tímidos signos de normalización, como el anuncio de que los empleados públicos podrán recibir sus cheques salariales desde esta semana y la recuperación del suministro eléctrico en algunas zonas, informaron medios locales.
De todos modos los graves problemas persisten, como reconoció el jefe de la MINUSTAH, Edmond Mulet, quien dijo en una entrevista con Efe que la comunidad internacional debe cambiar su forma de trabajar en este país y advirtió de que hay que dar una respuesta a dos millones de personas sin casa antes de que lleguen las lluvias.
"Llegó el momento de cambiar la forma de trabajar en Haiti (...) esperemos que esta sacudida también despierte la conciencia de los haitianos para que asuman sus responsabilidades", aseveró.
La falta de asentamientos para las decenas de miles de haitianos que permanecen en las calles da una idea de la dimensión de las dificultades, pues la ONU trabaja en localizar zonas adecuadas, pero sólo tiene identificados cuatro lugares que han recibido aprobación oficial, aunque afirma necesitar 56 adicionales.
"Esto es vasto, esto es inmenso, esto es profundo, esto tiene unas dimensiones inconcebibles y yo espero que el compromiso de la comunidad internacional sea solido, permanente y a largo plazo", resumió Mulet.
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