El cardenal Sistach pide a los feligreses que agradezcan la humildad del Papa

  • El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, uno de los cinco purpurados españoles que participarán en el cónclave para elegir al nuevo Papa, hace un llamamiento a los feligreses de su diócesis para que agradezcan a Benedicto XVI "su humildad" y el "ejemplo que nos ha dado".

Barcelona, 2 mar.- El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, uno de los cinco purpurados españoles que participarán en el cónclave para elegir al nuevo Papa, hace un llamamiento a los feligreses de su diócesis para que agradezcan a Benedicto XVI "su humildad" y el "ejemplo que nos ha dado".

Bajo el título de "En espera de la fumata blanca", el cardenal barcelonés dedica su carta dominical de mañana, que se publicará en la hoja parroquial de todas las iglesias de la archidiócesis, a explicar la renuncia de Benedicto XVI que se hizo efectiva el pasado jueves.

"Hacía casi seiscientos años que los papas no renunciaban y la sede de Roma quedaba vacante por la muerte del Santo Padre. Benedicto XVI ha roto esta larga tradición a la que estábamos acostumbrados y ha renunciado. Para todos fue una sorpresa, algo inédito", escribe Martínez Sistach en su carta dominical.

Según Martínez Sistach, que ha viajado a Roma para despedir al Papa y participar en las primeras reuniones de cardenales previas al cónclave, la renuncia de Joseph Ratzinger "no fue una decisión poco reflexionada".

"Hombre intelectual, lúcido y de profunda espiritualidad, no podía tomar de otra manera esta importante decisión para la Iglesia", dice el arzobispo sobre el ya obispo emérito de Roma.

Tras recordar que el Papa ha renunciado "debido a su edad avanzada" y porque "ya no tiene las fuerzas para ejercer de manera adecuada el ministerio petrino", el purpurado catalán defiende que "estas razones ponen claramente de relieve la profunda espiritualidad del Santo Padre y su gran amor a la Iglesia, a la que siempre ha querido servir bien y de manera adecuada".

"Benedicto XVI no ha querido nunca servirse de la Iglesia, sino servir a la Iglesia. Es un gran testimonio para toda la Iglesia y para el mundo", resalta el cardenal Sistach.

"Su renuncia -añade- manifiesta también la humildad del Santo Padre, que reconoce, como nos ha dicho, su incapacidad para ejercer bien su ministerio. Una humildad que es el reconocimiento de la verdad. Una vez más, hemos de agradecer a Benedicto XVI este nuevo ejemplo que nos ha dado".

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