El copiloto que estrelló el avión en los Alpes dormía dos horas y podía ser psicótico

    • 14 días antes de la tragedia de los Alpes, en la que murieron 149 personas el pasado 24 de marzo de 2015, Andreas Lubitz, el copiloto del vuelo de Germanwings envió un correo electrónico a sus médicos que revela su estado de locura.
    • "Paso noches en las que no duermo en absoluto. Mi tiempo de sueño máximo es de dos horas por la noche (pero en la actualidad raras veces llego a este tiempo de descanso) ", escribió Lubitz, asegurando sufrir a veces ataques de pánico en relación a su supuesta inminente ceguera.
El copiloto del A320 de Germanwings siniestrado el miércoles, Andreas Lubitz.
El copiloto del A320 de Germanwings siniestrado el miércoles, Andreas Lubitz.

"Tengo miedo de quedarme ciego, me quedo pensando en esta idea y aumenta mi estrés". Son las confesiones vía mail del copiloto suicida, Andreas Lubitz, que conmocionó al mundo al estrellar el avión de Germanwings que acabó con la vida de 149 personas el 24 de marzo de 2015.La sangre fría fue tal, que Lubitz practicó su aberrante acción antes de efectuarla para garantizar su éxito.

Según publica Le Parisien, los mensajes que el piloto de la tragedia de Germanwings Andreas Lubitz intercambió con sus médicos demuestran que este tenía bortes psicóticos, estrés y que apenas dormía dos horas en medio de obsesiones. Un infierno que hizo pagar a los demás sin motivo aparente.

El piloto Andreas Lubitz se obsesionó con un supuesto problema en la vista que podía truncar su sueño de llegar a ser piloto que tanto había deseado desde niño.

En julio de 2009 se diagnosticó el final de su depresión, sin embargo, a principios de 2014 reapareció este trastorno misterioso que, supuestamente, dificultaba la visión de Lubitz.Una supuesta inminente ceguera

Poco antes de Navidad un examen reveló que se trataba de DMAE precoz, una enfermedad degenerativaque puede causar ceguera. "A veces he sufrido ataques de pánico" escribió el copiloto.

Los doctores lograron identificar los síntomas, sin embargo, la ansiedad de Lubitz fue en aumento hasta el punto de perturbar el sueño del joven piloto alemán.No dormía ni 2 horas

"Paso noches en las que no duermo en absoluto. Mi tiempo de sueño máximo es de dos horas por la noche (pero en la actualidad raras veces llego a este tiempo de descanso) ", escribió Lubitz en su correo electrónico del 10 de marzo, asegurando sufrir a veces ataques de pánico en relación a sus ojos".

Por otro lado, los antidepresivos resultaron inútiles y Lubitz llegó a consultar treinta especialistasdiferentes entre enero y marzo, en solo dos meses.

Uno de los doctores que visitió el piloto alemán a finales de febrero declaró que se trataba de un hombre "inseguro de sí mismo, lo que daba la impresión de que estaba bajo presión", e incluso llegó a pensar durante el examen, "dios mío, no querría que este hombre estuviera a los mandos de un avión".No era una enfermedad en la vista, sino en la cabeza

Fue a principios de marzo cuando los datos revelaron que no se trataba de una enfermedad en la vista sino que el problema se hallaba en la cabeza del copiloto. Lubitz escribió "ya he hablado con los psicólogos, pero es cierto que el enfoque de la psicología a menudo [...] me hace sentir incómodo e incomprendido. Por supuesto, uno puede encontrar [...] factores desencadenantes que se deben trabajar, pero necesitaría ayuda de emergencia para dormir. [...] Si no tuviera este problema en los ojos, todo estaría bien. No hay en principio ninguna razón por la que tengo este problema ahora", insistió Lubitz en el correo electrónico de 10 de marzo.Sospecha de psicosis

El psiquiatra que lo estudió sospechaba que el diagnóstico se acerca a una psicosis. Ante dicha sospecha, el doctor le invitó a abandonar el trabajo hasta el 29 de marzo y le preescribió potentes somníferos para que el paciente lograra conciliar el sueño.

El último examen médico de Lubitz, el 20 de marzo, reflejó ciertos avances. "Podría estar durmiendo un poco mejor", señaló el psiquiatra. El resumen de la conversación grabada por el médico en la historia clínica del copiloto es el último testimonio indirecto del estado espiritual de Lubitz antes de la fatal decisión: "las relaciones con los padres, ok. Amigos, OK. Su trabajo, el ideal".Cuatro días después Andreas Lubitz precipitó el A 320 D-AIPX en los Alpes, llevándose consigo 149 vidas.El copiloto suicida que mató a 149 personas a sangre fría

Al principio pareció un accidente. El pasado 24 de marzo de 2015 el copiloto alemán Andreas Lubitz, de 27 años,estrelló el avión de Germanwings que cubría el recorrido Barceloan-Düsseldorf y terminó con la vida de 149 personas.

Las cajas negras que se hallaron en la zona del accidente revelaron el intento del piloto de entrar en la cabina de la que se había ausentado unos minutos. Los gritos y golpes en la puerta de la cabina por parte del piloto fueron insuficientes para tirar abajo la puerta que Lubitz se había encargado de cerrar. Esos minutos permitieron al copiloto, con rasgos de psicosis, coger los mandos y descender 7.000 metros en solo 9 minutos. Los gritos del capitán de la nave gritando "por el amor de Dios abre la puerta", conmocionaron al mundo. Los pasajeros fueron conscientes de que iban a morir.

Después del homicidio del copiloto kamikaze, se activaron las alarmas en torno a las medidas de seguridad del aeropuertos y aviones, así como el secreto médico, que permitió a Lubitz ocultar el hecho de que estaba de baja por recomendación del psiquiatra, quien le prescribía potentes somníferos al copiloto que apenas conseguía dormir dos horas al día.

La compañía Lufthansa informó, posteriormente, que el copiloto interrumpió su formación durante unos meses tras sufrir una depresiónen 2009.

Andreas Lubitz eligió, de entre todos los suicidios sobre los que buscó información, el estrellar un avión con pasajeros en su interior. Lubitz buscó para ello investigó los detalles sobre la cabina y sus mecanismos de seguridad, según reveló la fiscalía de Düsseldorf revela que entre el 16 y el 23 de marzo.

La psicosis y su trastorno obsesivo quedan patentes en los mensajes enviados a sus médicos 14 días antes de la matanza, el 10 de marzo de 2015.

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