El Estado irlandés pide perdón a las miles de víctimas de "La Magdalena"

  • El primer ministro irlandés, Enda Kenny, pidió hoy disculpas en nombre del Estado a las alrededor de 10.000 mujeres que permanecieron detenidas en régimen de semiesclavitud entre 1922 y 1996 en las llamadas "Lavanderías de la Magdalena", unas instituciones públicas gestionadas por monjas católicas.

Dublín, 19 feb.- El primer ministro irlandés, Enda Kenny, pidió hoy disculpas en nombre del Estado a las alrededor de 10.000 mujeres que permanecieron detenidas en régimen de semiesclavitud entre 1922 y 1996 en las llamadas "Lavanderías de la Magdalena", unas instituciones públicas gestionadas por monjas católicas.

El dirigente conservador expresó en nombre del "Estado, el Gobierno y su ciudadanía" su "profundo pesar" y pidió, "sin reservas, perdón" a todas "aquellas mujeres a las que se hizo daño" y "se estigmatizó".

La disculpa de hoy de Kenny sigue a otra que emitió hace dos semanas en nombre de su Gobierno, pero que no fue aceptada por las víctimas de las "lavanderías" pues reclamaron una mayor asunción de culpa por parte del Estado irlandés.

El "Taoiseach" (primer ministro) reconoció hoy que las víctimas de "La Magdalena" merecen más que una "disculpa formal", por lo que confirmó que su Gobierno iniciará un proceso de "revisión de tres meses" para determinar qué tipo de compensaciones económicas y de apoyo recibirán las supervivientes de estas instituciones.

"Estoy seguro de que este proceso nos permitirá ofrecer pronta, justa y significativa ayuda a las mujeres de una manera compasiva y no contenciosa. Quiero que el fondo se destine principalmente a ayudar a las mujeres, tal y como piden, y no para financiar costes administrativos o legales", dijo hoy Kenny.

En unos términos más contundentes que los utilizados hace dos semanas, el "Taoiseach" aseguró hoy en la Cámara Baja de Dublín (Dáil) que las lavanderías son una "vergüenza para la nación", al tiempo que aceptó la directa implicación del Estado en estas instituciones.

Kenny también pidió a la sociedad de este país que se examine a sí misma, pues contribuyó durante décadas a crear una Irlanda que se "creía buena, temerosa de Dios", a pesar de que este retrato, dijo, era "ficticio".

"Desde cualquier punto de vista era una Irlanda cruel, despiadada, claramente carente de misericordia", lamentó el líder democristiano, quien el pasado 5 de febrero presentó el contenido de una investigación gubernamental desarrollada por el senador Martin McAleese para "determinar el grado de implicación del Estado".

En las citadas "lavanderías", popularizadas por la película "Las hermanas de la Magdalena" (2002), se recluía a mujeres que sufrían problemas de diferente índole bajo un régimen de semiesclavitud, trabajos forzados y no remunerados y a las que se sometía a continuas humillaciones, según denunciaron también las víctimas y sus familias.

Entre los motivos que llevaban a la reclusión de las mujeres, el informe citó "rechazos de padres adoptivos", orfandad, "abusos familiares", "deficiencias físicas o psíquicas", pobreza y "actitudes inmorales".

De acuerdo con ese documento, la implicación del Estado irlandés "fue significativa", pues más de una cuarta parte de las mujeres internadas en las diez instituciones investigadas fue enviada allí a instancias de los diferentes gobiernos de la época.

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