El final de ETA sólo llegará con la fuerza del perdón de todos, según jurista

  • "Sólo con la fuerza del perdón es posible el final de ETA". Con este argumento, el jurista Miguel Cid Cebrián ha publicado un libro para abrir una reflexión sobre el proceso de paz abierto tras el cese de la violencia por parte de la banda y que, según el autor, culminará si todas las partes son generosas.

Madrid, 16 jun.- "Sólo con la fuerza del perdón es posible el final de ETA". Con este argumento, el jurista Miguel Cid Cebrián ha publicado un libro para abrir una reflexión sobre el proceso de paz abierto tras el cese de la violencia por parte de la banda y que, según el autor, culminará si todas las partes son generosas.

"Ante el final de ETA. La fuerza del perdón" es el título del libro editado por Catarata y que el martes presentará en Madrid el autor, actualmente presidente de la Asociación Pro-Jurado, exalcalde y exsenador.

En una entrevista con Efe, Cid deja claro que el requisito previo para que pueda culminar ese proceso es que los verdugos pidan perdón y se desvinculen totalmente de la violencia, aunque el Estado tiene también que adoptar medidas generosas, como también las víctimas si personalmente quieren.

Para ello, explica Cid, es necesario abrir un diálogo y una negociación que cierren el conflicto, como se hizo en Irlanda, Sudáfrica y, actualmente, en Colombia.

Aunque el autor dice que no hay que ir tan lejos y recuerda que en España ETA Político Militar desapareció tras un proceso de negociación entre el entonces ministro del Interior Juan José Rosón, el que fuera miembro de la banda Mario Onaindia y, como mediador, Jose María Bandrés.

"En algún momento -dice Cid- tiene que aparecer el Onaindia actual que represente a los presos", un papel en el que, según el autor, encajaría el exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegi, mientras que por el Gobierno el interlocutor tendría que ser el ministro del Interior y como mediador ve al que fuera obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte.

De todos modos, añade Cid, ETA tiene que dar algún paso además de pedir perdón, como colaborar en la resolución de los atentados no esclarecidos y ofrecer gestos que demuestren que quiere atenuar el daño producido, así como disolverse.

Tras dejar claro que el perdón "nunca puede ser sustitutivo de la Justicia" y dar la razón a las víctimas cuando piden que no haya impunidad, Cid asegura que ya se dan las condiciones para llevar a cabo medidas de reinserción para los presos etarras.

Y se puede empezar, subraya, con el acercamiento de los presos a las cárceles del País Vasco y la aplicación de beneficios penitenciarios, como la libertad condicional a internos enfermos graves.

"El Gobierno central no puede decir siempre que no a todo", resalta el autor, sobre todo ahora que el cese de la violencia es definitivo, porque ETA está desmantelada y porque la izquierda abertzale "ya está tocando poder y se está dando cuenta de que con esos métodos pacíficos y democráticos obtiene más beneficios que poniendo bombas".

Cid insta al Gobierno a "flexibilizar" su postura, a tratar a los presos etarras como al resto de los reclusos y a reconocerles paulatinamente algunos derechos, como el acercamiento, sin descartar algún indulto como en su día hicieron los gobiernos de José María Aznar y de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según el autor, el Ejecutivo "sigue con la política del palo, pero tiene que llegar un momento en que también se aplique un poco la zanahoria".

Para ello, Cid pide al Gobierno que pierda el miedo a las víctimas, que deben ser informadas de todos los pasos que se den y participar en el proceso, y que aplique la política penitenciaria de su competencia.

En cualquier caso, el autor no cree que se den pasos importantes hasta después de las próximas elecciones generales, ya que el actual Gobierno del PP no "se va a arriesgar a añadir a la crisis un motivo más de desgaste".

"Solamente con la aplicación de la ley no se consigue la paz. Sí se consigue que no haya impunidad y se castigue al delincuente, pero la reconciliación y la pacificación deben venir por otras vías. Una de ellas, el perdón", concluye Cid.

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