El Gobierno apoya la causa de Asia Bibi y defiende la libertad de religión

  • El Gobierno español ha trasladado hoy a la familia de Asia Bibi, pakistaní encarcelada y condenada a muerte por motivos de religión, su apoyo y se ha declarado "plenamente implicado" en la defensa de la libertad de religión y en la lucha por la abolición de la pena de muerte.

Madrid, 13 dic.- El Gobierno español ha trasladado hoy a la familia de Asia Bibi, pakistaní encarcelada y condenada a muerte por motivos de religión, su apoyo y se ha declarado "plenamente implicado" en la defensa de la libertad de religión y en la lucha por la abolición de la pena de muerte.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, se ha reunido con la familia de Asia Bibi, cuyo marido y una de sus hijas se encuentran en España para recibir el premio HO 2012, concedido a su esposa por la organización humanitaria "HazteOir", en reconocimiento de su lucha por la libertad de conciencia.

Durante la reunión, según informa Exteriores en un comunicado, el secretario de Estado se ha interesado por el estado de la detenida, le ha manifestado a la familia su solidaridad.

Al mismo tiempo ha reiterado el apoyo de España a su causa, en la misma línea expresada por la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton.

El Gobierno, según el número dos de Exteriores, está plenamente implicado en la defensa de la libertad de religión y en la lucha por la abolición de la pena de muerte en el marco de su política de protección y promoción de los Derechos Humanos.

La familia de Asia Noreen Bibi, de 47 años y condenada por la ley islámica a morir en la horca por blasfemia, ha pedido al Gobierno español que presione al de Pakistán para conseguir su liberación y le ofrezca asilo en España, según dijo ayer a Efe el marido, Asiq Mashi.

Asia Bibi, católica como su esposo y sus cinco hijos, se encuentra encarcelada después de ser denunciada en julio de 2009 por unas campesinas en la región paquistaní de Punjab que la acusaron de contaminar el agua que bebían por tocar el recipiente con sus manos "impuras" por ser cristiana.

En una carta publicada por "HazteOir", Asia Bibi declara que "Dios sabe que es una sentencia injusta y que mi único delito, en este mi gran país al que tanto amo, es ser católica".

Esta organización, que entregará su premio a los familiares el próximo sábado, tiene previsto hacer llegar al Ministerio de Asuntos Exteriores unas 120.000 firmas de apoyo a Asia Bibi.

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