El Gobierno francés dice que no urge dar el voto a extracomunitarios

París, 17 sep.- El Gobierno francés respondió hoy a la demanda formulada por 75 diputados socialistas de su mayoría parlamentaria para que cumpla la promesa electoral de dar el voto en las elecciones municipales a los ciudadanos extracomunitarios, alegando que no es una demanda social urgente.

El ministro del Interior, Manuel Valls, señaló que "ahora el desafío de la sociedad francesa es la integración" y, en declaraciones a "Le Monde", negó que el voto de los extranjeros sea "una reivindicación fuerte de la sociedad" o "un elemento potente" para lograr esa integración.

El Ejecutivo indicó que no tiene previsto de aquí a finales de año presentar un proyecto de reforma constitucional para autorizar que los ciudadanos de países exteriores a la Unión Europea que llevan viviendo al menos cinco años en Francia puedan participar en los comicios municipales que deben celebrarse a comienzos de 2014.

"Forma parte de los compromisos del presidente, pero no se ha incluido en el calendario de las próximas semanas", según un colaborador del jefe del Estado francés, el socialista François Hollande, citado también por "Le Monde".

En ese mismo periódico se presentó hoy una declaración de 75 diputados socialistas que instan a Hollande a que ponga en práctica el que fue uno de los puntos del programa electoral que le llevó a la victoria en las presidenciales en mayo pasado.

Los parlamentarios insistieron en la urgencia de presentar un proyecto legislativo porque su formalización tardará tiempo, entre otras cosas porque habría que convocar un referéndum, y el voto de los extranjeros debería ser posible en los comicios locales de 2014.

Recordaron que ese derecho ya lo había anunciado al comienzo de su mandato el presidente francés François Mitterrand (1981-1995), aunque no se llegó a adoptar entonces, y que ha sido una cuestión que ha separado con claridad a la derecha de la izquierda.

Sobre el fondo del asunto, explicaron que el mismo Hollande durante su campaña defendió un concepto de ciudadanía abierto, "digno heredero de la Revolución Francesa", en el que no es indispensable un vínculo con la nacionalidad francesa.

También quisieron espantar algunos miedos propagados por la derecha, al precisar que aunque se les diera el voto a los extracomunitarios, si se sumaran a los ciudadanos de la UE que ya pueden participar en las municipales representarían "sólo un 6 % del cuerpo electoral".

"El Consejo de Europa, el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Consejo Europeo, todos piden a Francia que amplíe el derecho de voto y de ser elegidos a los residentes legales" como ya lo han hecho "numerosos países europeos", indicaron los diputados.