El Gobierno francés inicia unas breves y estudiadas vacaciones de verano

  • Los miembros del Gobierno francés inician hoy un breve descanso estival de 16 días con la consigna directa del presidente, François Hollande, de permanecer localizables y disponibles en caso de que la urgencia política en tiempos de crisis obligue a adelantar la vuelta al trabajo.

Javier Albisu

París, 2 ago.- Los miembros del Gobierno francés inician hoy un breve descanso estival de 16 días con la consigna directa del presidente, François Hollande, de permanecer localizables y disponibles en caso de que la urgencia política en tiempos de crisis obligue a adelantar la vuelta al trabajo.

En una circular distribuida a los miembros del Ejecutivo el 10 de julio, Hollande solicitaba "sus fechas de vacaciones, las direcciones y las coordenadas telefónicas y electrónicas que permitan contactarles en caso de necesidad".

El presidente quiere evitar una situación como la del año pasado, cuando durante las vacaciones de verano en las que descansaba en la residencia presidencial de Brégançon con su pareja, Valérie Trierweiler, inició la caída de su popularidad mientras Nicolas Sarkozy, desde París, reaparecía para criticar su gestión de la crisis siria.

Sus primeras vacaciones como inquilino del Elíseo resultaron un desastre político, incluida la infructuosa gestión para intentar que no se publicaran fotos de Trierweiler en bikini en la Costa Azul, algo que Hollande quiere corregir en su segundo verano como presidente de Francia.

Por eso, ha limitado al máximo sus días de reposo -a una semana, que alternará con el primer ministro, Jean-Marc Ayrault- y los del Ejecutivo para mantener la guardia alta antes del reinicio de la vida política el próximo 19 de agosto.

"Los ministros que quieran ausentarse durante este período deberán elegir un destino que les permita regresar rápidamente a su ministerio en caso de necesidad", agregaba la nota que recibieron los 37 ministros y ministros delegados del Gobierno.

La prensa francesa insinúa que reducir las vacaciones a dos semanas, periodo de tiempo que en 1953 supuso un logro social para los asalariados, ha molestado a algunos ministros. Sin embargo, la portavoz del Ejecutivo, Najat Vallaud-Belkacem, insistió hoy en que no existe "ni frustración ni reivindicación en el seno del Gobierno".

"Todos somos conscientes de que ser ministro solo dura un tiempo y uno es ministro al cien por cien, lo que implica un cierto número de exigencias y de limitaciones que son absolutamente comprensibles", añadió.

Fue Ayrault quien convenció al presidente de programar el último consejo de ministros de antes del verano para el 2 de agosto y ofrecer 16 días de asueto a los 37 miembros del Gobierno, una semana más de lo que planeaba el jefe del Estado.

Aunque Hollande no ha revelado dónde pasará sus vacaciones, los medios franceses aseguran que elegirá la residencia estatal de Lanterne, cercana al Palacio de Versalles.

Se trata de una discreta mansión tradicionalmente reservada a los primeros ministros que da al gran canal de Versalles, que tiene restringido el espacio aéreo y que cuenta con un jardín de cuatro hectáreas, piscina y pista de tenis, entre otros servicios.

El barcelonés Manuel Valls, titular de Interior que el año pasado se autoproclamó "ministro del verano" dada su gran exposición mediática, descansará en la Provence. El responsable de Economía, Pierre Moscovici, veraneará en el País Vasco francés, al igual que la titular de Comercio Exterior, Nicole Briq.

La costa atlántica, cerca de Nantes, será el destino del ministro de Trabajo, Michel Sapin, mientras que la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, ha elegido la zona de Dijon y el jefe de la diplomacia, Laurent Fabius, pasará unos días en Ariège, localidad pirenaica cercana a la frontera con España y Andorra.

No ha trascendido que ministro alguno haya decidido viajar al extranjero y los destinos más exóticos resultan ser la Martinica, Guadalupe o la Guayana francesa, región natal de la ministra de Justicia, Christiane Taubira.

Las vacaciones presidenciales en Francia han ganado peso en comunicación política con los años y lejos quedan aquellos viajes de François Mitterrand a Egipto o las escapadas de Jacques Chirac a la Isla Mauricio, Japón o América.

También Sarkozy recibió duras críticas en su primer verano como jefe del Estado, cuando descansaba en aguas de Malta en el yate de 60 metros de eslora de su multimillonario amigo Vincent Bolloré.

Ese mismo verano, el entonces presidente sufrió otro desatino mediático cuando la revista "Paris Match", cuyo dueño es también Bolloré, eliminó un michelín de una foto en la que un deportivo Sarkozy aparecía remando sobre una canoa en un lago en Estados Unidos.

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