El ministerio de educación aportará más de 400 millones de euros en 3 años para implantar la nueva ley

El Ministerio de Educación aportará más de 400 millones de euros durante 3 años en concepto de “costes directos” derivados de la implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), cuyo anteproyecto se enviará al Congreso en el presente período de sesiones.
Así se recoge en el borrador de la nueva memoria económica que hoy el ministerio ha enviado a las comunidades autónomas, una estimación que, según la secretaria de Estado del ramo, Montserrat Gomendio, “multiplica por cinco las previsiones” del texto anterior.
En concreto, para el primer año de aplicación se estima un gasto de 23 millones de euros, que ascenderá a 150 en el segundo y a 255 en el tercer ejercicio presupuestario.
La razón de estas previsiones se debe a que los cambios fundamentales de la Lomce afectan a dos cursos académicos, que traducidos a años naturales son tres (aunque el primero solo incluye el último trimestre del año).
Según Gomendio, existen “tres factores” que explican el mayor coste de esta nueva memoria económica, que en gran parte se deben, dijo en un encuentro con periodistas, a las modificaciones introducidas en el anteproyecto tras escuchar a las autonomías.
Así, explicó, se ha considerado “el alto índice de dispersión y de población rural que tienen algunas comunidades, que encarece la implantación de reformas como la división de 4º de ESO en dos itinerarios obligatorios.
A ello hay que agregar que al plantear la Formación Profesional básica como unos estudios de dos años (el segundo curso en los PCPI actuales es optativo) esta resultará mucho más cara, y que “en la compactación de asignaturas de Bachillerato se producirá un ahorro menor”, puesto que los centros y las consejerías de Educación tendrán más autonomía a la hora de escoger la oferta de materias “específicas y de especialidad” y cabe esperar que la especialización sea gradual, subrayó Gomendio.
En general, la implantación de dos itinerarios en 4º de ESO y el incremento de alumnos en FP básica y media aumentarán las necesidades de profesorado y, por tanto, los costes de la Lomce, mientras que la reducción de asignaturas ofertadas en Bachillerato, en la medida en que esto se produzca, disminuirá el número de profesores que requerirán los centros y permitirá ahorrar.
CUANTO MÁS ÉXITO, MÁS CARA
Estos son “los costes directos derivados de la reordenación curricular que implica la Lomce y que el ministerio asumirá en exclusiva, apuntó la secretaria de Estado. Sin embargo, existen “unos costes indirectos atribuibles al éxito de la reforma” y que en su mayor parte corresponden a las comunidades autónomas, que “son las que poseen las competencias de Educación”.
Gomendio se refería así a que cuantos más estudiantes permanezcan en el sistema educativo y en lugar de abandonar los estudios escojan Formación Profesional, más costosa será la implantación de la nueva ley. De nuevo, los mayores gastos se esperan a partir del tercer año de aplicación, cuando cabe suponer que “más estudiantes habrán elegido la rama de FP”.
En este sentido, el ministerio plantea tres escenarios que, según el mayor o menor éxito de la ley, deberían darse tres años después de su entrada en vigor, esperada para el curso 2014-2015 o para el 2015-2016.
En el primero se contempla un 25% de alumnos en Bachillerato, un 22,5% en FP media y un 12,5% en FP básica; el segundo prevé un 50% de estudiantes matriculados en Bachillerato y un 22,5 y un 12,5% para FP media y básica, respectivamente, mientras que en el tercer supuesto se habla de un 55% de alumnos en Bachillerato, un 25% en FP media y 12,5% en FP básica. Alcanzar el primero costaría 50 millones, 334 el segundo y 927 millones de euros conseguir el tercer escenario.
Con todo, Gomendio insistió en que “esta no es una ley costosa” y que queda muy lejos de la memoria económica de la LOE de 2006, presupuestada en 7.000 millones de euros.
No se puede comparar, admitió, ya que en las previsiones del ministerio no se incluyen ni las becas y ayudas al estudio, ni las jubilaciones de los profesores ni otros muchos conceptos que sí incluía la LOE, señaló.