El Nobel Alternativo distingue el ecologismo y la lucha a favor de los derechos humanos

Copenhague.- La fundación Right Livelihood Award premió hoy con el denominado Nobel Alternativo 2010 los esfuerzos de personas y organizaciones a favor de los derechos indígenas y la atención sanitaria, la lucha contra la pobreza y el compromiso con el ecologismo.

El jurado reconoció desde Estocolmo la defensa del medio ambiente frente a las petroleras del nigeriano Nnimo Bassey y el compromiso con los indígenas y la Amazonía del obispo brasileño Erwin Kräutler.

Y también recompensó al nepalí Shrikrishna Upadhyay y su organización Sappros por combatir la pobreza, así como al colectivo israelí Médicos por los Derechos Humanos por su trabajo por el derecho a la atención sanitaria de todos los habitantes de Israel y de Palestina.

Los cuatro compartirán los 200.000 euros (272.000 dólares) con que está dotado el premio, que distingue la labor social de personas e instituciones y es considerado la antesala del Nobel de la Paz.

Varios ganadores del premio "alternativo" obtuvieron después el otro galardón, como la keniata Wangari Maathai, quien recibió el primero en 1984 y el Nobel de la Paz en 2004.

A Bassey, de 52 años, se le premia por "revelar los horrores ecológicos y humanos de la producción de petróleo y por su trabajo inspirador para fortalecer el movimiento ecologista en Nigeria y de forma global", según el fallo del jurado.

Su trabajo en las ONG Acción para los Derechos Medioambientales (ERA, por sus siglas en inglés) y Amigos de la Tierra lo han convertido en uno de los principales líderes ecologistas y por los derechos humanos frente a las corporaciones multinacionales.

Cofundador en 1993 de ERA, la rama nigeriana de Amigos de la Tierra, Bassey accedió en 2008 a la presidencia de esta última.

El petróleo y los enormes daños medioambientales causados a las comunidades nigerianas y de otros países de la zona han sido la principal preocupación de su actividad y la de ERA, que ha impulsado varias demandas contra las grandes petroleras.

El compromiso con las comunidades locales es también central en Kräutler, a quien se ha premiado por "una vida de trabajo por los derechos medioambientales y humanos de los pueblos indígenas" y sus "esfuerzos por salvar el Amazonas de la destrucción".

De origen austríaco y nacionalidad brasileña, Kräutler, de 71 años, se ha destacado por la defensa de los derechos indígenas en la región de Xingu, de cuya diócesis es obispo desde 1980.

Su labor posibilitó la inclusión en la década de 1980 de los derechos indígenas en la Constitución brasileña, una línea que ha seguido impulsando desde la Comisión Misionera Indigenista (CIMI).

Con CIMI, Kräutler ha impulsado proyectos de construcción de viviendas, escuelas y centros para niños, madres y embarazadas.

También ha sido férreo opositor a la construcción de la presa de Belo Monte en el río Xingu, por los irreparables daños ecológicos que causaría en la región, enfrentándose al Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El activismo comunitario es común también a Upadhyay y a la organización Sappros fundada por él en 1991, que han demostrado "el poder de la movilización comunitaria para señalar las múltiples causas de la pobreza incluso bajo la amenaza de la violencia política y la inestabilidad", según el fallo.

Gracias a ellos más de un millón de personas en la zona rural de Nepal han mejorado sus condiciones de vida a través de instrumentos como los microcréditos y el suministro de agua potable a bajo coste.

En el caso de Médicos por los Derechos Humanos (PHRI, por sus siglas en inglés) se ha reconocido "su espíritu indomable trabajando por el derecho a la salud de la gente de Israel y de Palestina".

Fundada en 1988, en el inicio de la Intifada, por el doctor Ruchama Marton y un grupo de médicos israelíes y palestinos, PHRI se ha destacado por su tarea en los territorios ocupados, mezclando la atención sanitaria móvil con la otorgada a través de clínicas.

El Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón, fue instituido en 1980 por el escritor y ex eurodiputado sueco-alemán Jakob von Uexküll.

La ceremonia de entrega de los premios se celebrará el próximo 6 de diciembre en el Parlamento sueco.