El Papa insta a los musulmanes a respetar la libertad religiosa

  • Ciudad del Vaticano.- El Papa Benedicto XVI instó hoy a reforzar el diálogo entre cristianos y musulmanes que no sería fecundo si no incluyera "la reciprocidad en todos los campos" y "el reconocimiento de la libertad de profesar la religión en privado y en público, así como la libertad de conciencia".

El Papa señala a Ahmadineyad la importancia del diálogo interreligioso
El Papa señala a Ahmadineyad la importancia del diálogo interreligioso

Ciudad del Vaticano.- El Papa Benedicto XVI instó hoy a reforzar el diálogo entre cristianos y musulmanes que no sería fecundo si no incluyera "la reciprocidad en todos los campos" y "el reconocimiento de la libertad de profesar la religión en privado y en público, así como la libertad de conciencia".

Lo escribe el Papa en la exhortación "Verbum Domini" que recoge las reflexiones y las propuestas del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, desarrollada en el Vaticano en octubre de 2008.

Benedicto XVI hizo alusión a la libertad religiosa en los países de mayoría musulmana tras los recientes atentados contra comunidades cristianas en Bagdad que han provocado decenas de muertos e instó al respeto recíproco entre cristianos y musulmanes.

"Una vez más quiero rebatir que la religión no puede justificar jamás la intolerancia y la guerra. No se puede ejercer la violencia en nombre de Dios!", dijo.

El Papa pidió la actuación internacional, tras expresar su solidaridad con aquellas comunidades cristianas en Asia y África, especialmente, que "en estos tiempos arriesgan la vida o corren el riesgo de la marginación social a causa de la fe".

"No cesamos de alzar nuestro voz -dijo- para que los Gobiernos de las naciones garanticen a todos la libertad de conciencia y de religión, también para que sea posible testimoniar la propia fe públicamente".

El Papa pidió el desarrollo de un diálogo entre cristianos y musulmanes "basado en la profundidad de valores como el respeto a la vida, los derechos inalienables del hombre y de la mujer y su dignidad, así como la aportación de otras religiones al bien común, teniendo en cuenta la distinción entre el orden socio-político y el orden religioso".

"De hecho es el respeto y el diálogo -refirió Benedicto XVI- los que exigen la reciprocidad en todos los campos, sobre todo en cuanto concierne a la libertad religiosa y en particular, la libertad religiosa.

"Ambas favorecen la paz y el entendimiento entre los pueblos", afirmó.

Benedicto XVI abordó también la relación de la Iglesia católica con Israel.

"Deseo ratificar una vez más cuán precioso es para la Iglesia el diálogo con los judíos", señaló el Papa, quien agregó que es bueno que "allí donde se vea la oportunidad es bueno que se creen posibilidades, también públicas, de encuentro y discusión que favorezcan el incremento del conocimiento recíproco, de la estima recíproca y de la colaboración en el estudio mismo de las Sagradas Escrituras".

"La revelación del Antiguo Testamento continúa siendo válida para nosotros cristianos", aseguró el Papa, que subrayó que "la raíz del Cristianismo se encuentra en el Antiguo Testamento y el Cristianismo se nutre siempre de esta raíz".

De esto, deriva una "atadura peculiar" entre "cristianos y judíos. Un lazo que nunca debería ser olvidado".

En otro orden de cosas, Benedicto XVI abordó la unión de un hombre y una mujer y aseguró que el matrimonio es atacado por la mentalidad actual y que existen una forma de pensar que banaliza el cuerpo humano y la diferencia sexual.

"El matrimonio -señaló- es una institución que está expuesta hoy en muchos aspectos a los ataques de la mentalidad actual, mientras que frente al desorden de los afectos y a la aparición de un modo de pensar que banalizan el cuerpo humano y la diferencia sexual, la Palabra de Dios reafirma la bondad original del hombre, creado como varón y fémina que está llamado al amor fiel, recíproco y fecundo".

Subrayó que la Palabra de Dios está en el origen del matrimonio y que "el propio Jesús ha querido incluir el matrimonio entre las instituciones de su reino".

"Además -explicó- del gran misterio nupcial deriva una imprescindible responsabilidad de los padres frente a sus hijos, a través de la fidelidad y de la unidad de la vida de familia".

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