El Papa se despide de España tras dos jornadas maratonianas

  • Termina un viaje de 32 horas en las que el Papa ha visitado Santiago y Barcelona. Durante el fin de semana, el Sumo Pontífice ha criticado el matrimonio homosexual, el aborto y ha pedido mayor peso de la familia.
Agencias

Gigapan en Santiago de CompostelaEspecial: la Basílica de la Sagrada Familia

El Papa aterrizaba en Roma anoche pasadas las nueve. Era el punto final de una visita maratoniana que, durante 32 horas, le ha llevado a Santiago de Compostela y Barcelona. Finalizaba así su 18 viaje fuera de Italia, el segundo viaje a España y el decimosegundo viaje a Europa. El Sumo Pontífice regresará a nuestro país en sólo unos meses, en agosto, donde asistirá a un encuentro de familias cristianas.

Su viaje ha tenido dos etapas. En una primera en la que se ganó el jubileo en su peregrinaje a Santiago de Compostela el sábado. En una segunda, el Sumo Pontífice consagró la Sagrada Familia, que ya es una Basílica para el culto. En su segundo día de visita fue acogido en Barcelona por unos 250.000 fieles según el Ayuntamiento, una cifra menor de la esperada por los organizadores.

El discurso del Papa en Barcelona fue una defensa de la vida y el matrimonio entre hombre y mujer, un claro mensaje en contra del matrimonio homosexual que no fue el único contra las políticas del Gobierno español, ya que también criticó el aborto, cuya legislación ha sido recientemente reformada.

Además, antes de su llegada a España criticó el "laicismo agresivo" que, en su opinión, se vive en España, un laicismo que a Benedicto XVI le recordó al clima de los años '30 del siglo pasado, en la Primera República, según sus palabras.

En esa línea, el Papa pidió más peso de la familia, petición que también suscitó cierta polémica al decir en una homilía que la mujer "debe encontrar su realización en el hogar y el trabajo". Organizaciones feministas ya se han pronunciado al respecto lamentando que Ratzinger no hiciera extensiva su reflexión sobre el hogar a los hombres.

Encuentros oficiales

Antes de marcharse, en el propio Aeropuerto de Barcelona, tuvieron lugar sus últimos actos oficial. El Rey Juan Carlos I le despidió diciendo que su visita había tenido un "indudable significado" para España y la Iglesia Católica. En su discurso, el monarca se mostró contento tras las expresiones de cariño, gratitud y cariño recibidas por el Pontífice.

En el mismo escenario, el presidente del Gobierno mantuvo un breve encuentro, que fue distendido y amable según fuentes del Ejecutivo. Duró tan sólo diez minutos, poco antes del acto oficial de despedida al Papa, quien agradeció a Zapatero el esfuerzo del Gobierno para que la visita saliese bien. Por su parte, Zapatero transmitió al sumo pontífice la disposición del Ejecutivo para la colaboración con la Jornada Mundial de la Juventud.

La Moncloa informó de que el Jefe del Ejecutivo ha comentado al Papa la relación fluida del Estado español con el Vaticano, fruto de lo que expresa la Constitución española como Estado aconfesional que reconoce el peso e la Iglesia Católica en España, "pero que garantiza la libertad de todos".

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