El Papa simplifica el modo de pedir la nulidad de un matrimonio entre católicos

    • A mediados de 2014 se formó una comisión para esta reforma, salvaguardando el principio de indisolubilidad del sacramento.
    • Reconocer la nulidad del matrimonio equivale a decir que debido a un defecto desde el principio, el sacramento nunca tuvo lugar.

El Papa Francisco saluda a un niño durante una audiencia en el Vaticano
El Papa Francisco saluda a un niño durante una audiencia en el Vaticano

El papa Francisco ha simplificado los trámites que los fieles católicos deben realizar para solicitar el reconocimiento de nulidad del matrimonio.

Como es sabido en la doctrina católica el matrimonio es indisoluble, pero existen causas contempladas en el Derecho Canónico que justifican el reconocimiento de la nulidad de ese enlace, lo que en resumen viene a significar que nunca hubo matrimonio.

Hasta ahora muchos fieles se habían quejado de la dificultad que entrañaba solicitar ese proceso, unido a los costes que conllevaba realizarlo, lo que derivaba en que muchos desistían de acceder a este proceso.

Francisco ha decidido presentar un proceso más sencillo, mediante el anuncio de dos cartas papales ("motu propio"): Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et misericors Iesus, sobre la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad del matrimonio, la primera para el Código de Derecho Canónico y la segunda para el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales.

El Papa Francisco, es el tercer Pontífice (junto con Benedicto XIV, en 1741, y Pío X, en 1908), en haber tenido la inspiración de una reforma profunda del proceso matrimonial.Claves del nuevo proceso

La centralidad del Obispo diocesano - no se trata ni de saltos hacia adelante ni de fugas hacia atrás - sino de la aplicación en el signo de la colegialidad.

Proceso breve: por evidentes nulidades de matrimonio, en el que el acuerdo de las partes hace poco probable la apelación, la cual podrá ser rechazada en presencia de elementos que la señalen como dilatoria o instrumental.

Proceso ordinario:

Expedito – máximo un año de duración.

Abolición de la doble decisión conforme.

La sentencia afirmativa no apelada ipso facto se vuelve ejecutiva.

Si se propone la apelación después de una sentencia afirmativa puede ser rechazada en caso de evidente falta de argumentos. Ello puede suceder en caso de apelación instrumental, para dañar a la contraparte. A menudo la parte que apela no católica ya se ha vuelto a casar civilmente.

Emerge en la Reforma la realidad, en la que la nulidad se solicita por motivos de conciencia. Como por ejemplo, vivir los sacramentos de la Iglesia, perfeccionar un nuevo vínculo, estable y feliz, que se diferencie del primero.

Lo expedito del proceso va hacia una mayor limitación de las apelaciones a la Santa Sede y es decir a la Rota Romana, o al recurso ante la Signatura Apostólica para la nueva proposición de la causa, negada por la Rota.

El Papa espera que se logre lo antes posible la plena gratuidad de las causas. Y las personas pudientes podrán ser invitadas a contribuir con donaciones en beneficio de los más pobres.Comisión de estudio

A mediados de 2014, Francisco formó una comisión encargada de trabajar sobre esta reforma, salvaguardando el principio de indisolubilidad del sacramento del matrimonio.

Reconocer la nulidad del matrimonio equivale a decir que debido a un defecto desde el principio, el sacramento nunca tuvo lugar.

La reforma debería simplificar el procedimiento hasta ahora oneroso y complejo, poco accesible a personas que no conocen bien el funcionamiento de la justicia eclesiástica o no tienen los recursos suficientes.

Varias celebridades obtuvieron la nulidad de su matrimonio, como la princesa Carolina de Mónaco con Philippe Junot en 1992, levantando críticas de que el procedimiento no era democrático.

En enero, el pontífice argentino admitió que los trámites eran "considerados a menudo largos y fatigosos". En varias ocasiones, abogó porque fueran gratuitos.

Por otro lado, la falta de fe de los esposos podría ser considerada más a menudo como un motivo de nulidad, teniendo en cuenta que las parejas a veces pasan por la Iglesia bajo la presión social.

Aunque sea concedida más fácilmente, la nulidad del matrimonio no pone en entredicho la indisolubilidad del matrimonio católico, según los partidarios de la reforma.

Estos últimos consideran que, al contrario, el matrimonio, contraído sobre bases claramente definidas, se reforzará puesto que los esposos deberán prepararse debidamente y ser conscientes de a qué se comprometen.

La Iglesia rechaza el divorcio y considera que unas segundas nupcias por lo civil suponen una infidelidad hacia el verdadero cónyuge.

Mostrar comentarios