El papa visita Chiapas, el estado indígena menos católico y más pobre de México

    • México es el segundo país más católico del mundo, con más del 82% de su población que se declara católica. Sin embargo, en Chiapas, sólo el 58% de sus habitantes son católicos.
    • Francisco autorizará formalmente el uso de lenguas indígenas en las ceremonias católicas durante una masiva misa que se celebrará en un centro deportivo ante diversos grupos étnicos. Las lecturas y los cantos de la misa se harán en lenguas chol, tzotzil y tzeltal.

El papa Francisco llegó este lunes a San Cristóbal de las Casas en el estado indígena de Chiapas, donde miles de fieles lo esperaban para escuchar al Pontífice que quiere impulsar la presencia de la iglesia entre las emporecidas comunidades autóctonas de México.

El Papa llegó en helicóptero desde la capital estatal de Tuxtla Gutiérrez, y abordó el 'papamóvil' para recorrer el centro deportivo con capacidad para 100.000 personas donde millares de indígenas lo aguardaban desde horas de la madrugada, envueltos por la gélida neblina de la montaña del sur de México.

En la comitiva de bienvenida se encontraba el gobernador del estado, Manuel Velasco, y su esposa, además del arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez, y varios sacerdotes.

Desde una grada, cientos de personas festejaron el arribo del papa a este estado con gritos de júbilo y canciones de marimba. Entre ellos un grupo de niños con síndrome de Down, quienes llevaban semanas ensayando varias canciones que hoy dedicaron al papa.

Después de haber denunciado el narcotráfico y la corrupción durante los primeros días de su gira, el pontífice llegó a la pintoresca San Cristóbal de las Casas, en la tercera jornada de su visita al país, que se extenderá hasta el miércoles.

Ahí autorizará formalmente el uso de lenguas indígenas en las ceremonias católicas durante una masiva misa que se celebrará en un centro deportivo ante diversos grupos étnicos. Las lecturas y los cantos de la misa se harán en lenguas chol, tzotzil y tzeltal por los mismos indígenas, mientras familias tojolabales y zoques entregarán ofrendas de pan y vino.

'Llevamos varias horas caminando desde San Andrés Larráinzar. Traemos alegría de ver al papa, aunque sabemos que no por eso se resolverán las cosas', dijo Miguel López, mientras caminaba el polvoriento camino con sus huaraches y su sombrero con cintas multicolor.

Envueltos en cobijas o en los pelajes tradicionales de sus étnias, grupos tzeltales, tzotziles y choles, muchos con niños en brazos, se animaban en su larga peregrinación con cantos, porras y rezos de rosario.

Por su parte, una familia mestiza entregará a Francisco una colecta para construir dos nuevos albergues para migrantes, que se espera estén presentes en la misa y a quienes el papa ha defendido a capa y espada.

Chiapas, fronteriza con Guatemala, es la puerta por donde llega desde Centro y Suramérica un masivo flujo de migrantes que viajan clandestinamente con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Bandas del crimen organizado e incluso autoridades corruptas aprovechan este fenómeno para extorsionar y asaltar a indocumentados en su camino.

Francisco 'es el papa migrante, no sólo por su origen sino también porque su prioridad pastoral son los migrantes', decía el padre Alejandro Solalinde, un aguerrido defensor de los indocumentados que, sin embargo, piensa que 'la política pública de mano dura no va a cambiar' con el mensaje del papa.

Francisco también se reunirá con enfermos en la catedral de San Cristóbal. Se espera que allí visite la tumba de Samuel Ruiz, un legendario obispo que fue mediador entre el gobierno y la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuyo levantamiento en armas para defender los derechos indígenas cimbró al país en 1994.

México es el segundo país más católico del mundo, con más del 82% de su población que se declara católica. Sin embargo, en Chiapas, sólo el 58% de sus habitantes son católicos, según el último censo oficial.

El protestantismo y otras religiones como el islam crecen, sin embargo, en la zona. Reconocer la labor del obispo Ruiz e integrar las culturas indígenas es 'asegurar la supervivencia de la iglesia católica', estimó Solalinde.

Con una pobreza de 76% de la población, esa región tiene el índice más alto del país. El gobierno negoció la salida de los inconformes y mandó echar una nueva capa de pintura para tapar los grafiti de protesta.

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