El presidente birmano amenaza a los instigadores de la violencia sectaria

  • El presidente de Birmania, Thein Sein, prometió actuar contra los instigadores de la violencia sectaria que causó dos muertos la semana pasada y contra los medios de comunicación que hacen mal uso de la libertad de prensa, según la prensa local.

Bangkok, 8 jul.- El presidente de Birmania, Thein Sein, prometió actuar contra los instigadores de la violencia sectaria que causó dos muertos la semana pasada y contra los medios de comunicación que hacen mal uso de la libertad de prensa, según la prensa local.

En un mensaje radiofónico a la nación retransmitido anoche y que se repetirá hoy, el jefe de Estado indicó que "Birmania afronta algunos conflictos raciales y religiosos".

"Algunos problemas provienen de la pobreza, la falta de educación y el subdesarrollo, pero otros están causados por instigadores que quieren socavar la democracia en el país", destacó el mandatario,

"Se tomarán acciones severas contra todos aquellos que, sin importar su raza o religión, inciten a la violencia y divulguen intencionadamente mensajes de odio", dijo Thein Sein, según el medio local Irrawaddy.

Un total de 16 personas han sido arrestadas en relación a los enfrentamientos que estallaron la semana pasada entre miembros de las comunidades budista, la mayoritaria, y musulmana en la ciudad de Mandalay, en el centro del país, y que se saldaron con dos muertos y 14 heridos.

Otras 346 han sido detenidas por violar el toque de queda que se impuso en la zona el jueves pasado para contener la situación, de acuerdo a fuentes policiales citadas por la emisora Voz Democrática de Birmania.

No obstante, los altercados no cesaron y varios edificios, entre ellos un colegio, fueron quemados la noche del sábado en Mandalay.

El supuesto detonante de este brote de violencia fue la noticia en un blog sobre la violación de una mujer budista a manos de varios musulmanes, delito que la Policía no ha confirmado.

Hace dos años, más de 160 personas murieron y 120.000 fueron desplazadas por la violencia entre budistas y musulmanes que estalló en el estado de Rakhine, en el oeste del país, tras la violación y asesinato de una mujer budista supuestamente por musulmanes.

La violencia sectaria continuó en 2013 y saltó a otras partes del país, como la ciudad de Meiktila, en el centro, donde 43 personas fueron asesinadas, entre ellas varios niños de una escuela islámica que fueron apaleados y quemados por una multitud.

Birmania tiene cerca de 60 millones de habitantes, de los que el 89 % son budistas, un 4 % musulmanes y el resto de otras religiones.

El país estuvo gobernado por juntas militares desde la asonada de 1962 hasta 2011, cuando comenzó un proceso de reformas de orientación democrática dirigidas por Thein Sien, último primer ministro de la época de los generales.

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