El presidente de paraguay acusa a chávez de escribir una página negra en la historia paraguaya


El presidente de Paraguay, Federico Franco, acusó hoy en el Fórum Europa al expresidente de Venezuela Hugo Chávez, recientemente fallecido, de haber escrito “una de las páginas más negras de la historia de Paraguay” al apoyar a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo, y justificó su propio nombramiento como una reacción del Senado al supuesto intento venezolano de interferir en su país y desestabilizarlo.
Chávez fue el protagonista de toda la parte no económica de la intervención de Franco en el citado foro de debate, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, puesto que al fallecido líder venezolano vinculó tanto su controvertido ascenso a la Presidencia de Paraguay tras la moción de censura a su antecesor, Fernando Lugo, como las disensiones de su país con Mercosur.
Franco negó terminantemente que su nombramiento fuera un golpe de Estado, porque en tal caso “jamás habría aceptado”, y recordó que su mandato durará 14 meses y tras ellos quedará inhabilitado para ocupar ningún otro cargo público, lo que supondrá su “muerte civil” como político.
“Ni me arrepiento ni me avergüenzo. La historia me va a juzgar”, desafió, reconociendo que siempre quiso ser presidente de su país, pero puntualizando que en la práctica ya lo fue cuando era vicepresidente del Gobierno de Lugo, por las ausencias de éste por enfermedad, y asegurando que su único objetivo es dejar a su sucesor un país saneado y en paz.
EJÉRCITO DEL PUEBLO PARAGUAYO
Una paz que se ha visto alterada en los últimos años por las células del Ejército del Pueblo Paraguayo, una guerrilla que, según su interpretación, fue en parte un intento del bolivarianismo venezolano de desestabilizar su país, equivalente al apoyo a las FARC en Colombia.
Franco, que, pese a declararse de centro-derecha, mostró su respeto por otros gobiernos de izquierda en Latinoamérica, como los de Brasil, el anterior de Chile y el de Uruguay, criticó tácitamente a los que han seguido una línea más radical. Justificó su ausencia de los funerales de Chávez porque haber ido “no habría sido ni ético ni prudente” y habría causado más perjuicos que beneficios. Medio en broma, llegó a calificar de “milagro” el fallecimiento del líder venezolano.
Por otro lado, el presidente paraguayo aseguró que la independencia de su país respecto a España tuvo lugar sin injerencia de ideas extranjeras y explicó que lo mismo ha ocurrido ahora, al negarse a verse influido por el bolivarianismo.
“Paraguay no acepta tutorías extranjeras”, aseguró, y a esta circunstancia atribuyó el voto masivo de los senadores que destituyeron a Fernando Lugo y le invistieron a él como nuevo presidente del Gobierno.
A sus desavenencias con Venezuela también vinculó la separación de Paraguay de Mercosur. Según dijo, su país se negó a aceptar que se incluyera a Venezuela en esta organización supranacional, rechazando incluso un crédito de 55 millones de dólares a cambio, “por cuestión de principios”. Ahora, advirtió, sea quien sea el próximo presidente venezolano, “en Paraguay no hay lugar para ideas extrañas” que perpetúan regímenes como el de Chávez.

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