El programa de termalismo social del imserso recibe un homenaje de los balnearios por su 25 aniversario


El Programa de Termalismo Social del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) cumple en 2014 su 25 aniversario, un motivo que la Asociación Nacional de Balnearios (Ambal) considera más que suficiente para celebrar con un homenaje a los que lo han hecho posible a lo largo de este cuarto de siglo: ministros, funcionarios, trabajadores en general y, como no, beneficiarios.
El secretario de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, habló de “historia de éxito” al referirse a este programa. “Historia de éxito”, dijo, porque por él han apostado todos los Gobiernos en estos 25 años, y por el hecho de que ha generado una colaboración entre lo público y lo privado muy valiosa
Se trata, añadió, de un programa que “copian” en otras partes del mundo y que tiene un fuerte impacto económico en algunas zonas, con más de 15.000 empleos y con el valor de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a los que va destinado: las personas mayores.
Y es que, indicó Moreno, una sociedad “avanzada” como ésta ha de cuidar a sus mayores, “elemento de cohesión de las familias” y “gran ejemplo de solidaridad que necesitamos ahora más que nunca”.
En representación del Imserso intervino su director, César Antón, que aseguró que la de hoy es una jornada “importante”, porque pone sobre la mesa el trabajo de muchas personas al servicio de otras, los ciudadanos mayores, en quienes el Programa de Termalismo Social del Imserso promueve el envejecimiento activo.
Precisamente sobre estos ciudadanos, los beneficiarios del programa, el actual director general del Imserso señaló que si en 1990 fueron un total de 29.965, en la actualidad ascienden a 209.222.
Todos esos beneficiarios ayudaban a crear o mantener unos 7.000 puestos de trabajo directos e indirectos en 2003, primer año en el que se midió este impacto, una cifra que en 2014 se espera que supere el doble, ya que se prevé el mantenimiento de 15.025 puestos de trabajo.
Por su parte, Miguel Mirones, presidente de la Anbal, recordó que, hace un cuarto de siglo, estos establecimientos abrían una media de dos o tres meses al año, un periodo que hoy se triplica, gracias, en buena medida al programa del Imserso.
Y a los que “cuestionan” el beneficio y el futuro de los balnearios, Mirones les dijo que el programa de termalismo social “no es un gasto para la Administración, sino un beneficio” que se demuestra con el hecho de que por cada euro invertido, se generan 2,5.
Además, se atrevió a afirmar el representante de los balnearios españoles, los programas de estos establecimientos reducen el consumo de fármacos entre sus usuarios, algo que el Imserso quiere constatar con la elaboración de un estudio que, según dijo su director general, se llevará a cabo este mismo año.
Pero como Mirones está convencido de las bondades de sus aguas, se ha propuesto abrir el mercado de los balnearios españoles al ámbito europeo y aprovechó el acto de este lunes para lanzar la idea al representante del Imserso y del Ministerio de Sanidad, servicios Sociales e Igualdad.
En nombre de los balnearios habló también Miguel Lloret, presidente del balneario de Archena, que aseguró que, pese a la crisis, el uso de los balnearios no ha decaído, en buena medida gracias a este programa de termalismo social del Imserso, que es, por tanto, “rentable para el Estado”.
Lloret y el resto de los gestores de los balnearios españoles entregaron en este acto once placas de honor y una medalla de oro y brillantes a los once ministros de Servicios o Asuntos Sociales que ha habido en España desde 1989, cuando se creó el Programa de Termalismo Social del Imserso, y una placa más al actual director general de este organismo, César Antón.
Matilde Fernández, Cristina Alberdi, Javier Arenas, Manuel Pimentel, Juan Carlos Aparicio, Eduardo Zaplana, Jesús Caldera, Mercedes Cabrera, Trinidad Jiménez, Leire Pajín y Ana Mato fueron, en concreto, los ministros homenajeados con la citada placa, que solo recogieron en persona Cristina Alberdi y Juan Carlos Aparicio.
Por todos ellos tomó la palabra Juan Carlos Aparicio, quien señaló que “no tiene contraindicaciones el reconocimiento y el cariño al trabajo bien hecho”, como es el de este programa, que, como puede demostrarse, “está dando rendimientos”, tanto económicos, como sociales. Y esto, agregó, pese a la dificultad actual del momento.
Además de a los ministros, los balnearios tuvieron “un reconocimiento especial para un hombre especial”: Julián Tejerizo, funcionario del Imserso desde hace casi 40 años que recibió el aplauso más cálido y duradero de los escuchados en el acto. A él, al responsable del programa de termalismo del Imserso, Ambal le otorgó una medalla de oro y brillantes.
Tejerizo agradeció el reconocimiento recibido y aseguró sentirse “muy feliz con él” por lo que significa para su trabajo, hecho, según aseguró, en colaboración con mucha gente a la que dio también las gracias en su intervención.

Mostrar comentarios