En Hanóver

Hallan un sótano escondido en la finca donde excavan por el caso Madeleine

La inspección se está llevando a cabo en un terreno ubicado entre las ciudades de Ahlem y Seelze, ambas en Hanóver, que se suele alquilar para usarse como jardín.

La Policía mostrará las imágenes de los sospechosos de la desaparición de Madeleine
Imagen que mostró la policía enla búsqueda de Madeleinie

Un sótano secreto. Es lo que habría encontrado la policía alemana en las excavaciones que está llevando a cabo en una parcela de la región de Hanóver en el marco de la investigación por la desaparición en 2007 de la niña británica Madeleine McCann. Según publica el diario Daily Mail, en dicha zona habría vivido el último sospechoso, Christian Brueckner, de la desaparición de la pequeña  mientras disfrutaba de unas vacaciones con sus padres en la ciudad portuguesa de Praia da Luz.. Los edificios de dicho terreno fueron derribados en 2008.

La inspección se está llevando a cabo en un terreno ubicado entre las ciudades de Ahlem y Seelze, ambas en Hanóver, que se suele alquilar para usarse como jardín, si bien el arrendatario de la parcela colindante ha contado que en los dos años que él lleva allí no se ha utilizado, por lo que solo hay tierra. Los agentes están usando máquinas excavadoras para remover la tierra, aunque también llevan a cabo rastreos más precisos con pala y rastrillo. Además, hay un perro policía en el lugar.

Según ha informado la Fiscalía, el registro se enmarca en la investigación por presunto asesinato contra un sospechoso alemán de 43 años, que vivió en el Algarve en la época de la desaparición de Maddie y ha sido condenado por delitos sexuales. Las autoridades alemanas sospechan que este hombre secuestró a la pequeña cuando tenía 3 años . La señal de su teléfono móvil lo ubica cerca del lugar en el que desapareció Madeleine. 

No obstante, la fiscalía no ha presentado aun una acusación formal contra Christian B. Según el fiscal jefe, Christian Wolters, no se dan todavía las circunstancias en la investigación abierta para acusarle de este caso y alega que estará en prisión por otros delitos hasta principios de 2021, según informó el semanario "Der Spiegel". "Esperamos que Christian B. permanezca bajo custodia al menos hasta principios de 2021 por otros delitos", aseguró el fiscal según la fuente.

Christian B. cumple actualmente condena en Kiel (norte del país) por un delito de drogas y tiene pendiente otra pena por violación y robo a una estadounidense de 72 años, delitos ambos cometidos en Portugal en 2005, y salió varias semanas en libertad en 2018 por circunstancias no aclaradas. El sospechoso, al que la Fiscalía alemana investiga por el presunto secuestro y asesinato de Maddie, tiene un abultado historial, tanto por delitos de tráfico de drogas o robos como por agresiones sexuales a menores, violación y lesiones físicas, así como pornografía infantil.

La apertura de un sumario contra él por el caso de Madeleine dio un vuelco al suceso que durante años ocupó a las policías portuguesa y británica, mientras los padres de la pequeña recurrían a todas las instancias posibles convencidos de que su hija seguía viva. Desde que saltaron a la luz las sospechas en torno a Christian B. han surgido, tanto en medios alemanes como británicos y portugueses, testigos que parecen reforzar las sospechas sobre este individuo.

En Alemania se cree posible, además, que podría estar relacionado con otros menores desaparecidos en circunstancias no aclaradas en el país o en la vecina Holanda. Entre los testimonios aparecidos ahora destacan los de personas de su entorno directo, según los cuales Christian B. fantaseaba con la idea de secuestrar a niños para "utilizarlos durante unos días", según relató hace unas semanas "Der Spiegel".

Hasta ahora, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el sospechoso vivió entre 1995 y 2007 en el Algarve portugués, cerca de la localidad de Praia de Luz donde los McCann pasaban sus vacaciones cuando desapareció la pequeña, mientras sus padres cenaban cerca del apartamento que tenían alquilado. Su presencia en las inmediaciones del lugar ha quedado demostrada por una comunicación desde su teléfono móvil esa noche.

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