España, único país europeo que no reconoce las especialidades pediátricas

  • Después de casi 40 años de servicio, alergólogos, cardiólogos, neurólogos y otros profesionales de hasta 19 especialidades pediátricas, incluidos los de Atención Primaria, no han logrado el reconocimiento oficial de su ejercicio en España, situación que no se produce en otros países de la Unión Europea.

Madrid, 26 oct.- Después de casi 40 años de servicio, alergólogos, cardiólogos, neurólogos y otros profesionales de hasta 19 especialidades pediátricas, incluidos los de Atención Primaria, no han logrado el reconocimiento oficial de su ejercicio en España, situación que no se produce en otros países de la Unión Europea.

Esto dificulta el acceso a los centros hospitalarios de un número suficiente de profesionales específicamente formados y cualificados para atender las diferentes patologías infantiles, hecho que impacta negativamente sobre la calidad de la asistencia, ha dicho hoy Serafín Málaga, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Con el fin de plasmar la importancia que tiene el reconocimiento de las especialidades pediátricas, y decididos a concienciar tanto a las administraciones públicas como a la población general de la relevancia e impacto positivo de contar con estos profesionales, la AEP ha elaborado el Libro Blanco de las Especialidades Pediátricas.

"Se trata de una instantánea de la situación actual de la pediatría especializada en España, que ofrece resultados empíricamente demostrables sobre el papel fundamental del especialista pediátrico en el cuidado del niño", ha señalado Málaga.

Uno de los argumentos más recurrentes para negar esta solicitud es el de que la legalización de las especialidades pediátricas y su establecimiento oficial en los hospitales de referencia podría suponer un incremento en los costes sanitarios.

Esta teoría es "completamente falsa", para los pediatras, que alegan que muchos estudios demuestran que cuando los niños son atendidos por especialistas el coste por ingresos hospitalarios y atención en urgencias disminuye de forma significativa.

Antonio Nieto, vicepresidente de la AEP, se ha remitido a la experiencia reciente, al apuntar que en los años setenta la mortalidad infantil en España era cuatro puntos superior que en el Reino Unido, donde, sin embargo, decidieron eliminar la presencia de pediatras en los centros de Atención Primaria.

Esta decisión provocó que, en 2008, las tasas de mortalidad dieran un vuelco y la española se situara dos puntos por debajo de la británica.

A juicio de Luis Madero, presidente de la Fundación Española de Pediatría, esta situación ejemplifica que una asistencia pediátrica "potente y cualificada" permite adecuar los recursos humanos de los centros hospitalarios españoles y que "cualquier intento de disminuir la eficacia del sistema va indudablemente en detrimento de la salud infantil, y de manera inmediata genera un incremento de los costes sanitarios".

Numerosos países europeos han tomado nota y ya incluyen, en mayor o menor medida las especialidades pediátricas, quedando sólo España como uno de los únicos países que aún no han formalizado la labor de estos expertos.

El proceso de reconocimiento de las 19 especialidades pediátricas está amparado por la actual legislación y, por ello, el vicepresidente de la AEP ha expuesto que la Ley de Ordenación de las profesiones Sanitarias (LOPS) reconoce la especialidad de Pediatría, y en el nuevo Decreto de Troncalidad, figura como un tronco independiente del que dependen el resto de especialidades.

Por tanto, desde la AEP se insiste en que existen toda clase de opciones legales para facilitar el reconocimiento de estos profesionales, y, según su presidente, "lo único necesario es contar con decisión política".

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