Este lunes Colombia recuerda 10 años de frustrado proceso de paz con las FARC

  • En momentos en que Colombia registra una escalda terrorista que afecta principalmente a civiles, este lunes se cumplen diez años del término un fracasado proceso de paz entre el entonces presidente colombiano, Andrés Pastrana, y la guerrilla de las FARC.

Bogotá, 19 feb.- En momentos en que Colombia registra una escalda terrorista que afecta principalmente a civiles, este lunes se cumplen diez años del término un fracasado proceso de paz entre el entonces presidente colombiano, Andrés Pastrana, y la guerrilla de las FARC.

El 20 de febrero de 2002 finalizaron tres años en los que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al mando de su histórico jefe, "Manuel Marulanda Vélez" o "Tirofijo", alias de Pedro Antonio Marín, estuvieron a la vista del mundo, que seguía expectante el proceso que comenzó en 1999 y finalizó abruptamente.

El ahora expresidente Pastrana (1998-2002) considera que el fracaso del proceso de paz entre su gobierno y las FARC fue la mayor derrota de esa guerrilla, que comenzó a ser considerada como un grupo terrorista.

En diferentes foros y declaraciones públicas, Pastrana ha sostenido que las FARC "no estaban preparadas para la paz", en esa, la tentativa más larga de Colombia para buscar la paz.

Pastrana, que había derrotado en la contienda electoral al candidato del partido Liberal, Horacio Serpa, rompió unilateralmente el 20 de febrero de 2002 el proceso de paz que había comenzado en enero de 1999 con las FARC.

Previamente el Gobierno estableció un territorio desmilitarizado de casi 43.000 kilómetros cuadrados llamado "zona de distensión", el cual estaba situado en el Caguán, en el departamento selvático del Caquetá (sur).

La gota que rebosó la copa fue el secuestro del entonces congresista Eduardo Gechem, tomado cautivo luego de que las FARC secuestraron un avión comercial y lo hicieron aterrizar en carretera del Huila (sur), el 20 de febrero de 2002.

Al momento de romper el proceso, Pastrana le reclamó a "Tirofijo" el hecho de haber convertido el área neutral en "una guarida de secuestradores, en laboratorio de drogas ilícitas, en un depósito de armas, dinamita y vehículos robados".

Aunque el proceso no terminó como él esperaba, Pastrana señala que una de las peores derrotas en el campo exterior para los rebeldes fue que tras la ruptura de proceso a las FARC se les consideró como grupo terrorista, algo que se mantiene hasta la actualidad.

El expresidente destaca, asimismo, que desde entonces se dio paso al llamado Plan Colombia (contra las drogas y el terrorismo, financiado por Estados Unidos), lo que condujo a un proceso sostenido de fortalecimiento de las Fuerzas Armadas del país.

Uno de los capítulos más recordados del proceso de negociación fue el conocido como "la silla vacía", en el que el presidente Pastrana acudió, el 7 de enero de 1999, a San Vicente del Caguán, para formalizar la mesa de negociación, pero "Tirofijo" nunca se hizo presente tras aducir razones de seguridad.

Apenas dos semanas después de la "silla vacía", las FARC congelaron los diálogos y le reclamaron al Gobierno acciones más contundentes contra los grupos paramilitares.

Meses después los rebeldes no aceptaron la Comisión Internacional de Verificación propuesta por Pastrana, pues a juicio de analistas, la guerrilla estaba "a sus anchas" en la zona desmilitarizada.

Entre agosto y noviembre de 1999 las críticas contra el endeble proceso de paz arreciaron. Una de ellas fue la expresada por el entonces zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCafrey, en la que señaló que en la zona de distensión había una increíble impunidad.

En los meses y años siguientes las FARC perpetraron un buen número de secuestros, entre ellos a reconocidos políticos, al igual que de miembros de la Policía y el Ejército.

Se recuerda entre ellos el de la exministra de Cultura, Consuelo Araújo, quien posteriormente fue asesinada con tiros de gracia y cuyo cuerpo apareció después vestido con un uniforme de fatiga.

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