Fieles costarricenses inician tradicional romería de la Virgen de los Ángeles

San José, 29 jul.- Como cada año, miles de costarricenses se alistan para caminar a la ciudad de Cartago en la tradición "romería" para visitar a la Virgen de los Ángeles, patrona del país, informaron hoy fuentes de la Iglesia católica y la Cruz Roja.

Este año los caminantes han salido "temprano" para realizar el recorrido, pues aunque el día de la Virgen de los Ángeles se celebra el próximo viernes, 2 de agosto, el pasado fin de semana cientos de peregrinos llegaron a la basílica, ubicada unos 25 kilómetros al este de San José, para venerarla.

La Cruz Roja señaló que entre el sábado y domingo pasados debieron atender a más de 300 peregrinos que se acercaron a los puestos de atención sobre la ruta a Cartago por molestias como golpes de calor y dolores musculares, pero que no se reportó ningún caso de gravedad.

Estos puestos de atención, ubicados a lo largo de diversas carreteras de entrada a Cartago, se mantendrán durante toda la semana, pues, como es costumbre, la afluencia de "romeros" irá en aumento hasta llegar a su nivel máximo el 1 de agosto, la víspera del día de la Virgen.

La Iglesia católica afirma que unos dos millones de personas asisten cada año a la romería, pero un estudio de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR) señaló el año pasado que en total caminan unos 800.000 fieles hasta la Basílica de los Ángeles.

De cualquier manera, la romería es la festividad religiosa más importante de Costa Rica y una de las peregrinaciones más grandes de Latinoamérica.

La Virgen de los Ángeles convoca a fieles de todos los rincones de Costa Rica, muchos de los cuales caminan durante días para llegar al templo y pagar así alguna promesa, agradecer favores concedidos por "La Negrita" o pedirle nuevos milagros.

El evento es tan grande que con el tiempo se han organizado actividades paralelas para orientar a los caminantes, para vender artesanías alegóricas y hasta para recolectar los desechos que dejan los caminantes y utilizarlos para reciclaje, en lo que ya se conoce como la "eco-romería".