Un miembro del equipo le confesaba al jurado minutos antes de comenzar la actuación que, Triana, de 9 años, no lo había pasado nada bien a lo largo del día y que se merecía comprensión. Risto miraba con cara de sorprendido mientras los otros intentaban preocuparse por el qué le podría estar pasando a la joven concursante.
Tras unos minutos de consuelo por parte de sus padres en el backstage, llegaba el momento y Triana se dirigía a junto de Santi, que le decía con cariño: “Hazme el favor de pasártelo bien, y olvídate de los nervios, ¿vale? A por ellos.”. Un consejo que pareció no valerle de mucho a la concursante ya que, nada más salir al escenario, se enfrentaba a las preguntas de: “¿Cómo te llamas? ¿Qué tal, bien?”, respondiendo con el más absoluto de los silencios.
Una cortada y tímida actitud que desaparecía en cuanto la pequeña se daba la vuelta para comenzar el espectáculo y empezaba a sonar la guitarra flamenca acompañada de las palmas de tres coristas. Triana taconeaba con un arte que no se podía aguantar y hasta perdía una pinza del pelo en medio de la actuación al más puro estilo de Lola Flores. Un bailoteo que levantaba al público del asiento y que hacía que la joven cogiese seguridad y pudiese responderle al jurado.
“Me llamo Triana y tengo 9 años.”. Dani aseguraba que lo había dejado impresionado, Paz le aseguraba que llegará a dónde quiera, y Edurne le decía que es una artista. Pero, sin duda, el comentario más inesperado fue el que le dedicó el más duro del jurado. “Es impresionante que con 9 años hagas lo que haces. Me encantaría verte en la final. Yo también te doy un sí, y con este van 4.”.
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