La canciller Angela Merkel confirmó su presencia en el partido, el primero que disputará la selección germana después de haber vivido el viernes en París una oleada de atentados que costó la vida a 129 personas.
Varios kamikazes, que supuestamente habían tratado de entrar al Estadio de Francia, se inmolaron en las proximidades del recinto.
Pese a la tradicional rivalidad entre Alemania y Holanda, los organizadores de la marcha pretenden con ella "dar todo el sentido a la palabra 'amistoso'".
"Queremos aprovechar la oportunidad de usar la luz como señal de simpatía con el mundo", explicó al diario Hannoversche Allgemeine Roger Cericius, presidente de la asociación Amigos de Hanóver, organizadora de la marcha, que comenzará en el centro de la ciudad y acabará en el estadio donde se celebrará el partido.
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) también ha planeado diversos actos de homenaje a las víctimas de los atentados, aunque aún no se ha confirmado si los asistentes serán llamados a cantar La Marsellesa, como si se ha instado a los ingleses que presenciarán en Wembley el Inglaterra-Francia.
Otro partido amistoso previsto para el martes, el Bélgica-España, fue cancelado por motivos de seguridad, después de que las investigaciones hayan revelado que parte de los terroristas que actuaron en París procedían de un barrio de Bruselas e, incluso, que los atentados pudieron haberse diseñado en la capital belga.
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