Bangkok, 11 oct.- Human Rights Watch (HRW) acusó hoy a las autoridades de Laos de detener de forma ilegal a drogadictos y encerrarlos en centros llamados de tratamiento en los que sufren abusos y maltratos.
La organización aseguró que las detenciones también afectan a vagabundos, niños de la calle o persones con discapacidades psíquicas, en su nuevo informe "Los secretos de Somsanga: detención arbitraria, abuso físico y suicido en los centros de detención laosianos".
El estudio recoge el testimonio de antiguos internos del centro Somsanga, situado en Vientiene, en el que han pasado encerrados entre 3 meses y más de un año, vigilados por los guardas y sufriendo "palizas brutales" como castigo por los intentos de fuga.
HRW aseguró que el centro donde se cometen los abusos ha recibido durante una década apoyo financiero de Estados Unidos o las Naciones Unidas, entre otros.
"Los donantes internacionales dicen que Somsanga es un legítimo centro de tratamiento contra las drogas. La realidad es que la gente, incluidos niños y vagabundos, son retenidos contra su voluntad, detrás de barreras de alambre espinoso, sufriendo palizas y maltratos", dijo Joe Amon, director de Salud y Derechos de HRW.
"(Los donantes) Están subvencionando la detención ilegal de gente que el gobierno de Laos considera indeseable y quiere tener encerrada", añadió Amon.
Según HRW, en diciembre de 2009 el gobierno laosiano abrió una línea telefónica antes de los juegos del Sudeste de Asia para que la población denunciara a los vagabundos y poder mantenerlos encerrados en Somsanga durante el evento deportivo.
HRW pidió al gobierno de Laos que cierre Somsanga, investigue los abusos y desarrolle centros de desintoxicación voluntarios, que respeten los derechos humanos y los estándares internacionales.
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