El Ministerio del Interior ha cambiado a los jefes de Policía de Ceuta y Melilla, ciudades autónomas que están sufriendo las oleadas masivas de asaltos a sus respectivas vallas durante los últimos meses. Los nuevos responsables de las dos jefaturas superiores serán, por un lado, Alfonso María Sánchez Núñez, que hasta ahora ocupaba el cargo de jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid, quien se hará cargo de la plaza de Ceuta. A Melilla, por su parte, aterrizará José Ángel González Jiménez, que hasta el momento era el comisario provincial de Valladolid.
Los dos nuevos responsables de la seguridad en las ciudades autónomas tienen ante sí el reto de la inmigración, que durante las últimas semanas ha experimentado un incremento. Sus decisiones serán, por lo tanto, vigiladas con lupa por la Dirección General de la Policía y por los altos cargos del Ministerio del Interior. También serán responsables de la coordinación y seguridad de los Centros de Internamiento Temporal de Inmigrantes, que en ambas localidades se encuentran saturados precisamente por la entrada masiva de extranjeros que han saltado la valla fronteriza.
Consecuencia de estos nombramientos, salen de Ceuta y Melilla los comisarios principales que ocupaban estas dos plazas. Por un lado, Pedro Mélida, que de Ceuta pasa a ser el nuevo jefe superior de La Rioja. Por otro, Ángel Riesco, que deja Melilla para ocuparse de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria. Ambos han tenido que lidiar en sus respectivas plazas durante estos dos años de legislatura con asaltos masivos de la valla, pero también con la polémica de los inmigrantes que fallecieron recientemente y con la detención de varios presuntos yihadistas.
Ahora, sin embargo, se enfrentarán a problemas diferentes en el norte de España. Riesco sustituirá en Logroño a Manuel Javier Peña (Zamora, 1960), que se traslada como jefe superior de Castilla y León, cuyo máximo responsable –Jesús García Ramos– se jubiló el pasado 13 de marzo. García Ramos llevaba desde 2004 como jefe superior de Castilla y León, destino al que le ordenó ir el entonces ministro del Interior José Antonio Alonso.
Por su parte, Mélida sustituye al frente de la Jefatura de La Rioja a Manuel Álvarez, que llevaba 17 años trabajando en esa comunidad autónoma y que también acaba de jubilarse; en concreto, el pasado 3 de marzo.
Desde Interior se ha descartado cualquier motivación política y se asegura que se trata de movimientos que responden estrictamente a criterios profesionales, ya que de pronto se han jubilado tres comisarios jefes superiores y ha habido que cubrir sus puestos.
La pasada semana, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, destituyó al responsable de Inmigración de la Policía en Ceuta, Ramón Caudevilla, después de que éste hiciera una entrevista en la que desautorizaba al ministro y aseguraba que los problemas de los asaltos masivos se debían a la falta de diplomacia del Gobierno y no a las mafias. Fernández Díaz había dicho días antes que todo radicaba en los grupos organizados que operaban desde Marruecos.
El Ministerio aseguró entonces que la entrevista no estaba autorizada y que cualquier policía debe pedir permiso antes de aparecer en los medios de comunicación. Fuentes consultadas por Seguridad y Tribunales, sin embargo, afirman que el cesado sí contaba con la autorización de sus superiores.
La Dirección General de la Policía también ha aprovechado esta oleada de nombramientos para asignar el nuevo jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, puesto vacante desde hacía un mes después de que fuera destituido pocas semanas antes de su jubilación el anterior máximo responsable, Miguel Rodríguez Durán. En su puesto se queda el que hasta el momento era el número dos de Rodríguez Durán, el comisario principal Francisco Perea.
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