Israel instala puestos de control en accesos a Jerusalén Este para frenar violencia

  • Israel comenzó este miércoles a instalar puestos de control en los accesos a los barrios palestinos de Jerusalén Este, en un intento de detener la actual ola de ataques contra ciudadanos israelíes.

Policías armados controlaban cada coche que salía del barrio de Jabel Mukaber en Jerusalén Este, anexionada y ocupada por Israel, de donde procedían la mayoría de los palestinos implicados en los recientes ataques.

El martes, dos hombres mataron a dos israelíes al abrir fuego en un autobús, y otro embistió una parada de autobús con su coche, dejando un muerto. Los tres eran de Jabel Mukaber.

Esos atentados despertaron el recuerdo de los atentados de la segunda Intifada (2000-2005) y hacen temer que se produzca otra gran revuelta palestina.

Sólo unos pocos habitantes de Jerusalén se atrevían el miércoles a viajar en autobús.

El gobierno israelí anunció durante la noche una serie de nuevas medidas, entre ellas la movilización de soldados para ayudar a los policías en las ciudades y en las carreteras israelíes.

También autorizó a la policía "a cerrar o imponer un toque de queda en los barrios de Jerusalén en caso de fricciones o incitaciones a la violencia", y anunció que reclutará a 300 agentes de seguridad para los transportes públicos de Jerusalén.

Además de destruir las casas de los autores de atentados como hacía hasta ahora, Israel se incautará de sus bienes y revocará sus derechos de residencia permanente, aseguró el ejecutivo de Benjamin Netanyahu.

Jabel Mukaber linda con la colonia judía de Armon Hanatziv, donde tuvo lugar el atentado del martes contra un autobús. Un conductor israelí murió ahí en septiembre, al perder el control de su coche por culpa de las piedras que le arrojaron ciudadanos palestinos, según la policía.

La instalación de puestos de control en Jerusalén Este ya fue adoptada en otras ocasiones y suscitó el rechazo de los palestinos, ya que complicaba su vida y sus desplazamientos, por ejemplo los de los niños que van a la escuela.

La medida tendrá un carácter extraordinario si se aplica a largo plazo. En Jabel Mukaber, los policías atravesaron un coche en la carretera para filtrar el paso de los vehículos, pero, de momento, no pusieron bloques de hormigón en la vía.

Las autoridades israelíes y palestinas no han conseguido detener este movimiento compuesto, sobre todo, por jóvenes palestinos frustrados por sus condiciones de vida bajo la ocupación israelí.

La violencia, que azota los territorios palestinos desde hace meses, se intensificó a partir del 1 de octubre, cuando presuntos miembros de Hamas mataron a tiros a una pareja de colonos judíos en Cisjordania, en presencia de sus hijos.

Desde entonces se han producido sucesivos enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este y los Territorios Palestinos.

La actual ola de violencia causó la muerte de siete israelíes y de unos treinta palestinos, muchos de ellos autores de agresiones con cuchillo, una de las principales formas de violencia a la que recurren los palestinos en Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza.

Netanyahu intenta ahora satisfacer a quienes le piden mayor firmeza, procurando no encender aún más los ánimos.

El líder de la oposición laborista, Isaac Herzog, abogó por un cierre total de Cisjordania y por restringir el acceso de extremistas musulmanes y judíos a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, escenario de tensiones.

Netanyahu también deberá evitar una división efectiva de Jerusalén entre el Oeste y el Este, a pesar de que Israel considera toda la ciudad, incluida la parte palestina, como su capital indivisible.

En el bando palestino, los funerales cotidianos alimentan la cólera. Cientos de personas asistieron este miércoles en Belén a las exequias de Moataz Zawahra, de 28 años, que murió la víspera en unos enfrentamientos.

bur-lal/vl/gm/jz

Mostrar comentarios