Japón. Greenpeace acusa al gobierno español de ”esconder la cabeza como los avestruces” ante la catástrofe de fukushima


El responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, afirmó este miércoles que ni el Gobierno español ni los partidos políticos han estado a la altura de las circunstancias ante la catástrofe ocurrida en la central de Fukushima, ”la segunda más grave de la historia”.
En rueda de prensa, Bravo acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de “esconder la cabeza debajo del ala como los avestruces” y de haber cedido ante las presiones del lobby nuclear.
El PSOE pretendió fijar el límite de vida útil de las centrales nucleares en 40 años en la tramitación de la Ley de Economía Sostenible, explicó Bravo, pero finalmente “se bajó los pantalones ante el lobby nuclear” y no se introdujo ninguna referencia temporal, señaló.
Bravo destacó que el "Gobierno de derechas" alemán “ha tomado nota de lo sucedido en Fukushima, ha decretado el cierre de siete centrales nucleares similares, ha cancelado la construcción de otras nuevas ya proyectadas y ha establecido un límite de 32 años de vida útil".
Lo mismo ha ocurrido en China y Suiza, prosiguió, mientras que en España el Gobierno y los demás partidos “no dicen nada y esconden la cabeza debajo del ala”, lamentó Bravo.
A su juicio, Garoña y Cofrentes tendrían que cerrarse “inmediatamente” y ponerse en marcha un plan de cierre progresivo de las demás.
El accidente nuclear en Japón no se ha debido ni al terremoto ni al tsunami, explicó, sino a un fallo de los sistemas de refrigeración internos tras la suspensión del suministro eléctrico de la central.
El reactor de Santa María de Garoña es exactamente igual a la unidad 1 de Fukushima y los demás reactores de esta central son muy similares al de Cofrentes, señaló Bravo, quien recordó que un cese prolongado en el suministro eléctrico no solo puede ocurrir por un terremoto o un tsunami, “sino también por inundaciones, ataques terroristas, sabotajes, tormentas, etc.”.
Asimismo, apuntó que la central burgalesa se halla aguas abajo del embalse del Ebro y que su sistema de contención Mark-1 ha sido muy criticado internacionalmente por inseguro. “En una hipotética rotura de la presa se produciría un desastre igual al de Japón”, sentenció.
SE PUEDE VIVIR SIN ELLA
Por su parte, el responsable de energía de Greenpeace, José Luis García, acusó a la industria nuclear de que “desde el principio ha intentado minimizar el problema”, diciendo que “la radioactividad desprendida ha sido limitada y que no habrá efectos en la salud".
Sin embargo, García señaló que ya se ha liberado la décima parte de la radioactividad de Chernobil y estimó que solo en los primeros cuatro días se han desprendido el 50% y el 20% del Cesio 127 y del yodo 131 emitidos en dicha catástrofe.
Con todo, García afirmó que “lo más grave es que los trabajadores nipones llevan 12 días peleando y aún no se ha logrado controlar la situación”, lo que “indica que la energía nuclear es ingobernable y muy peligrosa”.
Por ello, no se entiende que “se tenga que mantener una energía tan peligrosa cuando sí hay alternativas”, subrayó, y citó varios estudios que demuestran que para 2050 “sería viable producir el 100% con renovables”.
"A quienes nos quieren situar entre la espada de las nucleares y la pared del cambio climático, les digo que están las renovables”, recalcó.
Por último, Bravo reclamó al Gobierno que “saque del cajón” las leyes de energías renovables (para producir el 50% de la electricidad a partir de estas fuentes en 2020 y el 100% antes de 2050) y de ahorro y eficiencia energética
También pidió cancelar la construcción del cementerio de residuos nucleares; modificar el proyecto de ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares, y realizar "stress tests" obligatorios en todas las centrales, que además de inundaciones y terremotos examinen la seguridad del sistema primario, los sistemas de refrigeración de emergencia y la resistencia de la contención en situaciones de falta de refrigeración.
“Estamos ante el inicio del fin de la era nuclear” y "el Gobierno debe poner en marcha un plan de cierre progresivo y urgente”, concluyó.

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