José Sanclemente describe el mundo de los "reality show" en "Esta es tu vida"

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 25 oct.- El periodista y escritor José Sanclemente se adentra en el proceloso mundo de los "reality show" televisivos en su tercera novela, "Esta es tu vida", un nuevo caso de su detective Julián Ortega y una protagonista inesperada, la periodista Leire Castelló.

Un pequeño pueblo de la costa barcelonesa, Alella, un "reality show" de máxima audiencia y el cadáver de una mujer, concursante del programa, brutalmente asesinada, que aparece en el campanario de la iglesia el mismo día de la ceremonia de inauguración de las nuevas campanas, son los ingredientes con los que parte Sanclemente en su tercera novela.

En una entrevista concedida a Efe, Sanclemente dice que "las novelas han sido una excusa para mostrar el funcionamiento interno de los medios de comunicación: en la primera me ocupé del mundo de la prensa y su decadencia, en la segunda de la radio y en esta tercera retrato la televisión".

Aclara Sanclemente que, "aunque la historia de la novela está basada en el mundo de la televisión y, en concreto de los 'reality', con un punto de exageración mínimo, en realidad hay un trasfondo más duro, como los escándalos de pederastia en la Iglesia o las relaciones entre el estamento eclesiástico y el Gobierno".

El título de la novela, publicada por Roca Editorial, hace alusión al del concurso televisivo, "Esta es tu vida", en el que los participantes tratan de averiguar cuál es su verdadera vida, y, para ello, un equipo de investigadores hurga en sus existencias y al final gana el que ha tenido una vida más falsa.

"El concursante se debe desnudar literalmente ante el equipo del programa, ceder todas sus contraseñas en las redes sociales en las que participa, ceder, en definitiva, su vida real, pero el problema surge cuando aparece asesinada una participante, Lucía, que quería saber su pasado porque lo desconocía absolutamente", apunta el autor.

Lucía presenta tres heridas mortales y las cuencas de los ojos vacías y, cuando el inspector Julián Ortega se hace cargo de la investigación, descubre que el asesino parece haber utilizado un antiguo ritual de martirio que usaban los romanos contra los cristianos, el mismo que mató a Santa Lucía de Siracusa.

El otro personaje principal de la novela, Leire Castelló, es una periodista que trabaja en los servicios informativos de la cadena de televisión que emite "Esta es tu vida" y se verá obligada por sus jefes a participar en un programa sensacionalista especial que trata el caso, lo que le da acceso directo a la historia.

Confiesa Sanclemente que ha desvirtuado algunos personajes, porque "hay una parte de la novela que está basada en hechos reales".

A través del personaje de Leire Castelló y la trama que la envuelve, el autor intenta "contar de manera cinematográfica qué relación hay entre los programas de entretenimiento y los informativos".

En el caso que nos ocupa, continúa, "el interés de la audiencia lleva a la cadena a conectar los servicios informativos con el 'reality'".

Aclara que el programa "Esta es su vida" pueda recordar al mítico espacio que se emitió entre 1961 y 1968 en TVE y que conducía Federico Gallo. "En aquel caso era un programa para rendir homenaje al personaje en cuestión".

De la novela, el lector extrae la lección de que "el todo vale por la audiencia puede llegar incluso a la muerte y que las redes sociales tienen un protagonismo relevante en nuestras vidas".

Al margen de la investigación del asesinato, en la novela hay una subtrama, subraya Sanclemente, basada en "la historia de la Legión de Cristo, cuyo fundador, Marcial Maciel, se vio envuelto en un escándalo de pederastia".

Ortega y Castelló inician una investigación que los llevará hasta los recodos más oscuros de la poderosa orden religiosa de Los Mártires de Cristo, expulsada de la Iglesia por el Vaticano tras conocerse los cientos de casos de pederastia y los desmanes que cometió su fundador, Mario Medel (inspirada en la Legión de Cristo, de Marcial Maciel).

Sanclemente dibuja una orden con tentáculos en grandes empresas internacionales un tanto sucias, especialmente en Simentia y Agra, compañías conocidas y denunciadas por haber arrasado miles de hectáreas de tierra agrícola con su gas naranja para vender luego a precios de escándalo a los agricultores arruinados las semillas de un solo uso y las únicas que pueden sobrevivir en esa tierra.

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