Juan josé tamayo considera "improcedente" la alusión al riesgo de guerra civil de rouco en el funeral de suárez


El teólogo Juan José Tamayo consideró este martes "absolutamente improcedente" la alusión hecha por el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, al riesgo de guerra civil en el funeral de Estado celebrado este lunes por el expresidente Adolfo Suárez.
Rouco afirmó durante su homilía que "la concordia fue posible con él (con Adolfo Suárez)", quien "buscó y practicó tenaz y generosamente la reconciliación en los ámbitos más delicados de la vida política y social de aquella España que, con sus jóvenes, quería superar para siempre la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar".
A juicio de Tamayo, la frase pronunciada por Rouco "es absolutamente improcedente, una fijación que tiene la jerarquía católica con la Guerra Civil, y cualquier momento lo considera adecuado para referirse a un hecho incívico, que no es guerra civil, sino guerra incivil".
Referirse al riesgo de guerra civil, prosiguió el teólogo, "es una forma de alertar totalmente injustificada y una apelación a algo que no es absolutamente ningún peligro".
Y no es "ningún peligro", argumentó, "porque los peligros más graves que vive ahora España son el incremento de la desigualdad, la falta de cohesión social, los recortes de todo tipo y sobre todo los de derechos básicos de la sociedad".
Desde esta perspectiva, el teólogo afirmó que "referirse a la Guerra Civil es una forma de no poner el foco en las prioridades y los problemas más graves que tiene la sociedad española". "La guerra civil no solamente no es ningún peligro, sino que ha pasado a la historia y no se va a volver a repetir", sentenció Tamayo.
Con respecto a si tendría que haber oficiado el funeral el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ricardo Blázquez, en lugar del anterior, Rouco Varela, Juan José Tamayo señaló que es un hecho "irrelevante, secundario y accesorio", porque los dos pueden hacerlo.
Resulta "irrelevante" que lo presida uno u otro, dijo Tamayo, para quien "lo más grave y preocupante es que 36 años después de la aprobación de la Constitución, precisamente siendo presidente Adolfo Suárez y habiéndose establecido en España un Estado no confesional, se haga un funeral de Estado católico, en un espacio católico, presidido por una autoridad católica".
"Es llamativo, atípico y contradictorio que todas las autoridades del Estado hayan asistido a este acto y hayan legitimado la confesionalidad católica de un acto que habría tenido que ser laico", concluyó el teólogo.

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