La defensa de la sanidad pública francesa suscita una tibia protesta en París

  • La acción de protesta convocada hoy en París por varios sindicatos suscitó una recepción tibia en la capital, donde unos pocos miles de personas respondieron a un llamamiento en defensa de la sanidad pública.

París, 15 jun.- La acción de protesta convocada hoy en París por varios sindicatos suscitó una recepción tibia en la capital, donde unos pocos miles de personas respondieron a un llamamiento en defensa de la sanidad pública.

En comparación con otras protestas convocadas en la capital contra las políticas de austeridad y recortes del gasto público la de hoy tuvo una respuesta moderada, con entre 3.600 y 8.000 asistentes, según policía y sindicatos convocantes, respectivamente.

Eran los sindicatos CGT y SUD los que habían llamado a la protesta, destinada a responder a las medidas de política sanitaria aplicadas por el Gobierno socialista del primer ministro Jean-Marc Ayrault.

Nathalie Gamiochipi, la secretaria general de la sección de sanidad de la CGT, lanzó la manifestación en la céntrica plaza de la Bastilla pronunciando un llamamiento para exigir una "financiación ambiciosa" de la protección social.

El objetivo, explicó la sindicalista, es el de garantizar que se consolide y refuerce la aportación de dinero público para la sanidad, "para evitar su desmantelamiento", aseguró.

Para ello, Gamiochipi dijo que será necesario que "se reparta de otra manera la riqueza producida por el trabajo" y exigió "otra política sanitaria y social que se defina a partir de las necesidades de la gente".

Los manifestantes protestaron por los recortes en la financiación pública de la sanidad, así como por los acuerdos con empresas privadas que afectan a algunos hospitales, así como por las reestructuraciones aplicadas en varios establecimientos sanitarios de París y del resto de Francia.

Caminaron así por las calles de París trabajadores de varios hospitales para protestar por las condiciones laborales que tienen que asumir por causa de los recortes en el gasto público en sanidad.

Los convocantes han mostrado en las últimas semanas su escepticismo sobre las medidas incluidas en un "pacto de confianza" con el sector hospitalario anunciado el pasado marzo por la ministra de Sanidad, Marisol Touraine.

Ese pacto, tal como lo resumen las autoridades ministeriales, tiene el propósito de "organizar de una vez nuestro sistema de salud para asegurar que cada usuario recibe la mejor asistencia, por un buen profesional de la sanidad, en una buena estructura y en el mejor plazo".

Los autores del informe que dio origen a ese pacto reconocieron que existe una "presión constante" sobre el personal hospitalario, sometido a la exigencia de prestar su servicio en condiciones económicas cada vez más "estrictas".

Ese pacto de la ministra propone abandonar parcialmente el principio de la tarificación de los servicios que prestan los hospitales, basado en los resultados de los diferentes establecimientos, conforme a un plan que se aprobó en 2007.

El ministerio de Sanidad ha mostrado su disposición a negociar ese pacto en este mes de junio, pero los sindicatos se muestran escépticos ante el resultado de esas negociación con las autoridades.

Los representantes de los trabajadores denuncian además que las políticas públicas aplicadas en los últimos años han tenido, entre otras consecuencias, un aumento de la presión sobre los trabajadores que ha conducido a situaciones extremas.

Como por ejemplo, la que revela la denuncia que hizo hoy la sindicalista Gamiochipi, quien declaró ante los manifestantes en París que se mantienen "en secreto" las cifras de los trabajadores de hospital que han intentado suicidarse como consecuencia de las condiciones laborales.

"Al menos treinta y cinco de nuestros compañeros han considerado esa decisión desde 2010, siete de ellos se han suicidado en su puesto de trabajo y otros siete lo han intentado", aseguró Gamiochipi.

Mostrar comentarios