La Escuela Diplomática cumple 70 años sin formar funcionarios este curso

Madrid, 7 jul.- La Escuela Diplomática, centro dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, cumple hoy 70 años de su creación coincidiendo con un curso en el que no ha salido ningún funcionario de sus aulas debido a la congelación de plazas que hubo en 2011.

La Escuela Diplomática fue fundada el 7 de julio de 1942, por medio de un real decreto aprobado en los primeros años del franquismo, con el objetivo de formar a los funcionarios dedicados al servicio exterior, convirtiendo a España en uno de los primeros países europeos en contar con un centro específico en este ámbito.

Su precedente fue el Instituto Libre de Enseñanza de las Carreras Diplomática y Consular y Centro de Estudios Marroquíes, creado en 1911 bajo el patrocinio de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

Además de instruir a los funcionarios de carrera y de dar formación continua a los ya titulados, la Escuela Diplomática desempeña en la actualidad otras tareas.

Destaca la dirección del Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales para formar a expertos en política exterior.

Organiza además cursos para diplomáticos extranjeros, colabora con diversas universidades y centros académicos de fuera y dentro de España, así como con organizaciones como la ONCE, y coordina programas de investigación en el área de la política exterior.

La última entrega de despachos de miembros de la carrera diplomática tuvo lugar en septiembre de 2011, con Trinidad Jiménez al frente del Ministerio, con una promoción integrada por 17 personas.

La congelación de plazas ordenada por Jiménez el pasado curso debido a la crisis ha impedido que este año surjan nuevos diplomáticos, después de casi tres décadas en que no había una hornada en blanco.

Tampoco los habrá el próximo año, al haber decidido el actual ministro, José Manuel García-Margallo, volver a suprimir la oferta de plazas.

Entre 2004 y 2010, salieron de la escuela casi 290 funcionarios noveles, lo que permitió alcanzar el millar de diplomáticos, uno de los retos que se marcó el titular de Exteriores en ese período, Miguel Ángel Moratinos.

Al margen de los recortes presupuestarios, el incremento de la plantilla no ha ido acompañado de la apertura de nuevas embajadas y consulados, lo que ha dado pie a un cierto atasco en la salida al exterior de los nuevos funcionarios.

La carrera diplomática, a la que puede acceder por oposición todo ciudadano español mayor de edad que sea licenciado, está considerada el cuerpo decano de la administración civil del Estado.

Más de la mitad de la plantilla de diplomáticos está destinada en el extranjero, en su mayoría en embajadas y consulados españoles y, en menor medida, en la UE y en organizaciones internacionales.

El grueso del personal que está en Madrid está encuadrado en Exteriores, aunque también hay diplomáticos en otros ministerios, en la Casa del Rey y en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).