La fundadora de las Siervas de San José se convertirá en la primera santa salmantina

  • Salamanca.- La madre Bonifacia Rodríguez, fundadora de la congregación de Las Siervas de San José, se convertirá en la primera santa salmantina tras la aprobación ayer por parte del Papa, Benedicto XVI, del milagro que la elevará hasta los altares.

La fundadora de las Siervas de San José se convertirá en la primera santa salmantina
La fundadora de las Siervas de San José se convertirá en la primera santa salmantina

Salamanca.- La madre Bonifacia Rodríguez, fundadora de la congregación de Las Siervas de San José, se convertirá en la primera santa salmantina tras la aprobación ayer por parte del Papa, Benedicto XVI, del milagro que la elevará hasta los altares.

La noticia ha sido acogida con "gran satisfacción y regocijo" por parte de la comunidad del Las Siervas en Salamanca, desde donde se gestó la orden en enero de 1874.

La hermana Rosario Hernández ha manifestado esta mañana a Efe que desde que se ha conocido la decisión del Santo Padre, no han parado de recibir llamadas y felicitaciones, lo cual "es muy gratificante porque se reconoce el valor y la obra de la madre".

Aunque ayer el Papa reconoció públicamente el milagro que convertirá a la madre Bonifacia en la primera santa salmantina, aún habrá que esperar unos meses, probablemente el próximo año, para que se lleve a cabo el acto formal de la canonización.

En concreto, el milagro ahora reconocido ocurrió en la República Democrática de El Congo, en la localidad de Kayeye, donde un hombre de 33 años que fue desahuciado por los médicos ante una grave enfermedad estomacal que le había provocado la putrefacción de su intestino, fue encomendado a la madre por su familia y "comenzó una recuperación asombrosa".

El enfermo y su familia tenían contacto con la orden de Las Siervas de San José, ya que ellas regentan un hospital en una localidad cercana.

Según la madre Hernández, el hecho ha sido analizado por un tribunal médico, uno teológico, por la junta de cardenales y obispos y posteriormente por el Papa, que finalmente lo ha aprobado.

Bonifacia Rodríguez emprendió en Salamanca una nueva congregación religiosa de la mano y guía espiritual del padre Javier Butinyá, iniciando un taller de costura y oración que crecería con los años.

Las dificultades no le fueron ajenas, ya que incluso fue repudiada por su propia orden. Falleció el 8 de agosto de 1905 en Zamora.

Puso en marcha un novedoso proyecto de vida religiosa femenina, inserta en el mundo del trabajo a la luz de la contemplación de la Sagrada Familia, recreando en las casas de la Congregación el Taller de Nazaret.

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