La Guardia Suiza "desembarca" en la Mostra de Venecia

  • La Guardia Suiza, el ejército encargado del Estado más pequeño del mundo, "desembarcó" este martes por primera vez en la Muestra del Cine de Venecia con un documental que devela la magia de servir en una institución con 500 años de antigüedad.

"El ejército más pequeño del mundo", como se titula, producido por el Centro Televisivo del Vaticano, de 80 minutos de duración, fue presentado fuera de concurso en el célebre festival internacional.

Dirigido por Gianfranco Pannone, el filme narra la vida de esos jóvenes suizos que deciden ponerse al servicio del papa y de la Iglesia respetando una tradición que inició en el siglo XVI.

Riguroso, con imágenes únicas de la vida de los soldados, el filme muestra el lado más humano del llamado ejército del papa y su mágica relación con un traje emblemático.

"Creo que con Francisco se impuso una forma de ser más humana, por ello decidí contar la vida de las personas, sus paseos, charlas, confidencias, dudas, la vida normal", explicó el realizador.

La vida cotidiana de algunos de esos jóvenes, especialmente de Leo, René, Miguel, Marcos, su camino y aprendizaje hasta el momento que juran lealtad al Papa y a la Iglesia y se convierten en guardias suizos, es un homenaje inusual a un cuerpo militar, que fue diezmado por defender al papa tras el saqueo de Roma en 1527.

Reconocidos y apreciados en todo el mundo por sus vistosos uniformes renacentistas de rayas color azul, amarillo y rojo, que según la leyenda fueron diseñados por el célebre maestro Miguel Ángel Buonarrotti, la Guardia Suiza del Papa está compuesta por hombres, todos ciudadanos suizos católicos, la mayoría de habla alemana.

"Me pregunto si tanta grandiosad aleja de lo esencial", confiesa René pocas semanas después de su llegada ante los imponentes monumentos y obras de arte que tiene que vigilar.

Armados sólo de alabardas, los soldados del papa están encargados de la vigilancia y el orden en el pequeño territorio del Vaticano, de poco más de 44 hectáreas, garantizando la seguridad del Sumo Pontífice además de ayudar diariamente a los turistas y peregrinos que visitan sus jardines, museos y la basílica de San Pedro.

El "pequeño ejército de grandes ideales", como lo llamó el papa Francisco, es ante todo un ejército joven.

Ocho meses después de entrar en servicio, René, estudiante de teología, confiesa emocionado: "Este uniforme de gala representa a la Iglesia que deseo: variopinta, de mil colores, pero unida", dice.

El documental "es una mirada desde adentro, desde la trastienda, entre las bambalinas de una entidad que muchos no conocen y que si la conocen tienen una idea estereotipada que suele confundirse con los llamativos colores de sus uniformes", resumió el director, quien ilustra con imágenes y sin tantas palabras la vida de esos jóvenes.

No es suficiente ser suizo para ingresar en la Guardia, ya que además hay que ser soltero, tener entre 19 y 30 años, medir al menos 1,74m, "ser católico romano" y tener "una reputación intachable", sin olvidar ciertos conocimientos de artes marciales.

Las rígidas reglas de ese histórico cuerpo han sorprendido al papa argentino, quien suele conversar con ellos y llegó incluso a invitar a uno de ellos a quebrar las órdenes pidiéndole que descansara tras descubrir que había pasado la noche entera de pie.

kv/jz

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