La justicia llega 25 años después a "la Calle de las Viudas" en Guatemala

  • Después de un cuarto de siglo de luto, Eugenia de Callejas aún no olvida la muerte de su esposo, Carlos Humberto Callejas, quien en noviembre de 1988 fue una de las 22 víctimas de la masacre cometida por un comando guerrillero en la aldea guatemalteca de El Aguacate.

Amanda Montenegro

Guatemala, 5 jul.- Después de un cuarto de siglo de luto, Eugenia de Callejas aún no olvida la muerte de su esposo, Carlos Humberto Callejas, quien en noviembre de 1988 fue una de las 22 víctimas de la masacre cometida por un comando guerrillero en la aldea guatemalteca de El Aguacate.

La justicia, sin embargo, finalmente ha llegado para Eugenia y para la mayoría de habitantes de la denominada "Calle de las Viudas", una vía en el departamento de Chimaltenango donde se encuentran las residencias de algunos de los familiares de las víctimas.

Este viernes, un tribunal penal del departamento de Chimaltenango condenó a 90 años de prisión al exguerrillero Fermín Solano Barillas como responsable de la masacre.

Según el veredicto, el excombatiente era el líder de una unidad insurgente que asesinó a los 22 campesinos en pleno conflicto armado interno (1960-1996), una guerra civil que desangró a Guatemala con más de 245.000 víctimas entre muertos y desaparecidos.

Solano Barillas fue el primer exguerrillero que enfrentó a la Justicia guatemalteca por crímenes de guerra.

Un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Guatemala, que investigó las violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la guerra interna, responsabilizó al Ejército de Guatemala y los grupos paramilitares del 97 % de las 2450.000 víctimas.

El documento atribuye a la antigua guerrilla guatemalteca de 32 de las 669 masacres que ocurrieron en el país centroamericano durante la guerra, incluida la de El Aguacate.

Al menos una decena de militares del Ejército de Guatemala han sido juzgados por sus actos durante el conflicto, incluido el caso del exgeneral golpista Efraín Ríos Montt, cuya condena a 80 años de cárcel por genocidio fue revocada por la Corte de Constitución (CC), que ordenó un nuevo juicio en su contra, programado para 2015.

La "Calle de las Viudas" está ubicada en el municipio de San Andrés Itzapa (Chimaltenango) a 59 kilómetros de la Ciudad de Guatemala y dentro de las viviendas que alberga aún hay familiares directos de las víctimas, como Eugenia.

Su esposo, Carlos Humberto Callejas, desapareció en una de las montañas cerca de la aldea El Aguacate en noviembre de 1988 mientras cuidaba a unas vacas.

De acuerdo a la versión de la Fiscalía guatemalteca, avalada por el tribunal, Callejas fue capturado y asesinado por el grupo guerrillero, que lo habría identificado como un "comisionado militar", nombre con el que se llamaba a los civiles que auxiliaban al Ejército de Guatemala.

"Mi esposo padecía de epilepsia y pensamos que había tenido un ataque", recuerda Eugenia entre lágrimas.

Yadira Ixchel Cujuy es otra viuda de la masacre de El Aguacate que accedió a relatar su historia a Efe desde su hogar, en la "Calle de las Viudas".

Su esposo, José Luis Callejas Meléndez, salió junto a otros 20 campesinos en busca de Carlos Humberto Callejas, familiar y amigo suyo, pero también fue detenido y asesinado por los guerrilleros.

Tras lo sucedido, los familiares de los campesinos dejaron la aldea El Aguacate, que hasta la fecha sigue abandonada, y se trasladaron a unos lotes otorgados especialmente para ellos por el Gobierno de Guatemala, dando lugar a la denominada calle de las viudas en San Andrés Itzapa.

El tribunal condenó al exguerrillero a 30 años por delitos contra la humanidad y a 60 por asesinato en forma continuada, pese a que en la última audiencia Solano Barillas se declarara inocente.

De acuerdo con la Fiscalía, la matanza fue perpetrada por integrantes del grupo Javier Tambriz, que pertenecían a la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), una de las cuatro organizaciones guerrilleras que componían la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

Algunos de los familiares de las víctimas le dijeron a Efe que ellos ya "han perdonado" a los responsables. Pero para otras, como Eugenia y Yadira, el luto quedará para siempre.

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