La ONU acusa al Ejército ruandés de posible genocidio contra hutus en la República del Congo

  • Ginebra.- El Ejército ruandés cometió matanzas que podrían constituir genocidio contra ruandeses de la etnia hutu refugiados en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según un informe de Naciones Unidas, difundido hoy, sobre las atrocidades cometidas durante un década en ese país.

La ONU acusa al Ejército ruandés de posible genocidio contra hutus en la República del Congo
La ONU acusa al Ejército ruandés de posible genocidio contra hutus en la República del Congo

Ginebra.- El Ejército ruandés cometió matanzas que podrían constituir genocidio contra ruandeses de la etnia hutu refugiados en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según un informe de Naciones Unidas, difundido hoy, sobre las atrocidades cometidas durante un década en ese país.

"Los ataques sistemáticos y generalizados (contra los hutus refugiados en la RDC) revelan varios elementos abrumadores que, si son probados en un tribunal competente, podrían ser calificados de genocidio", señala el informe.

"El uso extensivo de armas blancas y la apariencia sistemática de las masacres podría indicar que las numerosas muertes no son imputables a la guerra", agrega el texto.

El informe es la radiografía de las 600 peores atrocidades (matanzas, agresiones sexuales y violencia generalizada) cometidas en la RDC (ex Zaire) de 1993 a 2003, causadas tanto por los enfrentamientos entre el Gobierno y grupos rebeldes, como por la intervención de hasta ocho ejércitos de la región.

Respecto a la posibilidad de que el Ejército ruandés hubiera cometido genocidio, la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, cuya oficina encargó el informe, recalcó hoy que "esa cuestionó sólo podrá ser dirimida por un tribunal competente".

Pillay comentó el texto a través de un comunicado, dado que suspendió una rueda de prensa previamente anunciada.

En la primavera boreal de 1994, milicias radicales hutus (Interahamwe) asesinaron a casi un millón de ruandeses de la etnia tutsi, lo que constituyó el último genocidio reconocido de la historia reciente.

Las matanzas acabaron cuando las milicias del general Paul Kagame, formadas mayoritariamente por ruandeses de la etnia tutsi, tomaron el poder, forzando la huida de miles de miembros de la Interahamwe hacia la vecina RDC, un éxodo en el que también formaron parte decenas de miles de civiles hutus.

Estas masas humanas se congregaron en campos de refugiados en el este de la RDC, y según recoge el informe, en 1996, las milicias tutsis, integradas en el Ejército regular ruandés, penetraron en territorio congoleño y asesinaron impunemente a miles de hutus.

Según el texto, el Ejército ruandés contó con la colaboración de la Alianza de las Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo, lideradas por Laurent Kabila, quien tomó el poder de la RDC en 1995, y es el padre del actual mandatario congolés, Joseph Kabila.

El informe deja claro que durante la intervención del Ejército ruandés no hubo distinción entre militantes radicales (Interahamwe) y civiles hutus.

"Varios incidentes relatados parecen indicar la posibilidad que los múltiples ataques visaban al grupo étnico hutu como tal, y no sólo a los criminales responsables del genocidio cometido en 1994 contra los tutsis en Ruanda".

El informe es un compendio de 1.500 documentos y recoge 1.800 testimonios que fueron escuchados durante los dos años que duró el trabajo de campo y su redacción, que ha suscitado airadas críticas de los países de la región implicados en el conflicto y acusados de perpetrar atrocidades.

La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, reitera que la investigación se hizo con el objetivo último de buscar justicia y reparación para las víctimas, y constituye la base para emprender acciones judiciales contra los responsables "de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y quizá de genocidio".

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