La ONU estudiará el envío de "cascos azules" a la República Centroafricana

Naciones Unidas, 10 oct.- La ONU va a estudiar el envío de "cascos azules" a la República Centroafricana para intentar restablecer el orden en el país, afectado por conflictos internos e inestabilidad desde hace un año, se anunció hoy.

El Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad y a iniciativa francesa una resolución que prevé ayudar inicialmente a la misión que la Unión Africana aprobó en julio pasado para ese país (Misca).

La resolución insta a los países africanos a participar en la misión y a otros miembros de Naciones Unidas a darle su apoyo.

Además, el secretario general, Ban Ki-moon, deberá presentar en el plazo de un mes un informe con las posibilidades de apoyo a Misca, entre las que figura la posibilidad de transformarla en una misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.

El embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, cuyo país mantiene a unos 450 soldados en suelo centroafricano, descartó totalmente hoy que Francia vaya a intervenir como hizo a finales del año pasado en Mali para evitar que las milicias islámicas se hicieran con el control del país.

Esa posibilidad está "excluida", afirmó Araud en unas declaraciones a la prensa, en la que recalcó que "Francia no hará lo que ha hecho en Mali, donde respondió a una situación de urgencia".

La situación en la República Centroafricana comenzó a deteriorarse con la rebelión de la coalición Séléka, que se alzó en armas en el norte del país en diciembre pasado al considerar que el entonces presidente, François Bozizé, no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

La coalición tomó la capital, Bangui, el pasado 24 de marzo, tras lo cual fue destituido Bozizé, aunque después se ha dividido en disputas internas, lo que ha creado una situación de desgobierno y falta de seguridad en el país.

Ban Ki-moon ya denunció, en su discurso de apertura del debate general de la última Asamblea General, el quebrantamiento del orden público en la República Centroafricana y la pobre respuesta que ha recibido el llamamiento de la ONU para poner fin al sufrimiento en ese país.