La opinión pública palestina feliz por acuerdo pero refleja lucha de poder

  • La opinión pública palestina acoge hoy con satisfacción y mucha alegría el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás para la liberación de mil presos por el soldado israelí Guilad Shalit, aunque algunos comentaristas rebajan el alcance del logro de los islamistas.

Ramala, 12 oct.- La opinión pública palestina acoge hoy con satisfacción y mucha alegría el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás para la liberación de mil presos por el soldado israelí Guilad Shalit, aunque algunos comentaristas rebajan el alcance del logro de los islamistas.

La cobertura de la noticia del año en los medios palestinos refleja también las rencillas políticas y rivalidad entre los gobiernos de Gaza y Ramala, y mientras los medios próximos al primero califican el acuerdo de "histórico" los segundos exhortan a la "unidad nacional".

"A pesar de que es una gran victoria para el pueblo palestino, las deportaciones no deberían haber sido aceptadas", comenta el editorial del diario Al Ayyam (Los días), de la órbita de Al Fatah y el gobierno de Ramala.

El diario se refiere a que el acuerdo establece que 203 de los presos a ser liberados serán desplazados de Cisjordania a Gaza o al extranjero por exigencia de Israel, que se negaba a devolverlos a su lugar de residencia anterior por temor a que vuelvan a planear o perpetrar atentados.

El portal de noticias por internet Palestina, próxima a Hamás, describe el acuerdo como "histórico", en tanto que en la línea intermedia, el diario Al Quds (Jerusalén), independiente, lo ve como un "comienzo" hacia la unidad nacional.

"Este es sólo el comienzo, debemos trabajar para liberar a todos los presos (hay más de 6.000 en Israel) y hacerlo a través de la unidad nacional", indica su editorial.

"Los prisioneros en las cárceles considerarán la unidad como el mayor logro palestino", abunda.

En términos generales todos los medios ven el canje como un "principio de cambio" pero los columnistas se dividen sobre su alcance en base a sus propias creencias políticas.

En declaraciones a Efe el analista Hani al Masri señaló que "la victoria de Hamás será por un período corto", y que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), "Mahmud Abás ha conseguido mucho a largo plazo con su apuesta en la ONU por un Estado", que "el canje no debe borrar".

"Esta victoria temporal lo que tiene que hacer es empujarles (a Hamás) a luchar por la reconciliación nacional", sostuvo.

En entrevista telefónica desde Gaza, Mushir al Masri, diputado de Hamás, refutó los argumentos porque "los colaboradores de Israel (referencia a Al Fatah) no pudieron devolver a los presos" a las calles.

"Sólo el camino de la resistencia (lucha armada) y la Yihad (guerra santa) ha conseguido devolver a nuestros prisioneros a casa", agregó.

Otros medios árabes entran en disquisiciones sobre las condiciones del canje.

Al Hayat al Yedida (La nueva vida), diario oficialista en la ANP, insta a Hamás a "no derrochar tanta felicidad porque nadie conoce hasta ahora la lista de prisioneros".

"Jaled Mashal (jefe del Buró político en el exilio) habló de cifras, pero no nombres. Tenemos que saber los nombres y si Maruán Barguti está entre ellos", apunta.

El carismático Barguti, ex secretario general de Al Fatah en Cisjordania y cuyo nombre ha sido recordado como uno de los futuros presidentes de la ANP, fue condenado en 2004 por Israel en un juicio de resonancia internacional a cinco cadenas perpetuas por el asesinato de cinco israelíes, y liderar las Brigadas de los Mártires de Al Aksa.

"Será una catástrofe si no incluye a Barguti y Ahmed Saadat", sostuvo Ziad Abu Ein, viceministro de Prisioneros en la ANP.

Saadat, el líder del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), fue condenado por el asesinato en 2001 del entonces ministro israelí de Turismo, Rejabam Zeevi, en un hotel de Jerusalén.

Anoche, poco después de conocerse el acuerdo, decenas de miles de palestinos salieron a las calles de Gaza a festejar la noticia, que en Cisjordania fue acogida con la misma alegría pero con mucho más contención y reserva.

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