La oposición siria acude finalmente a las negociaciones de paz en Ginebra

  • La oposición siria decidió este viernes, tras cuatro días de intensos debates, acudir a Ginebra para asistir a las negociaciones de paz bajo la égida de Naciones Unidas para intentar poner fin a la tragedia en ese país.

Aunque oficialmente no mantendrá contactos con el régimen del presidente Bashar al Asad, sino solamente con la ONU, el Alto Comité de Negociaciones (ACN) anunció en Riad que enviará "entre 30 y 35 personas" a Ginebra, explicó a la AFP uno de sus responsables.

"Tengo buenas razones para creer que [las partes] contemplan muy seriamente iniciar las negociaciones, quizás el domingo", indicó el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, al término de una reunión con la delegación del régimen de Damasco.

El ACN, que se formó en diciembre en Riad, rehusaba hasta ahora negociar ante la continuación de los bombardeos de civiles y de los asedios. Pero han obtenido "garantías de parte de Naciones Unidas y otros actores", declaró Farah Atassi, una opositora cercana al comité en rueda de prensa en Ginebra.

Durante la noche, Estados Unidos, Arabia Saudita y Francia saludaron, en diferentes comunicados, la decisión del ACN y recordaron la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prevé una suspensión de los bombardeos en zonas civiles y un acceso a las localidades sitiadas.

"Hay que hacer todo lo posible para dar una oportunidad a la solución política", destacó la presidencia francesa.

Los representantes de la ONU se entrevistaron con la delegación de 16 miembros gubernamentales, dirigida por el embajador sirio en la ONU Bashar al Jaafari.

A la salida no hubo declaraciones de parte siria, mientras que el enviado de Naciones Unidas calificó la reunión de "preparatoria".

Manifestantes a la salida del edificio protestaron por la presencia de los delegados del régimen. "Al Asad, Al Qaida, mismos métodos, mismo combate", gritaron.

Las grandes potencias esperan que estas negociaciones intersirias, cuya duración prevista es de seis meses, consigan poner fin a una guerra que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de refugiados desde marzo de 2011.

Según la hoja de ruta, fijada en una resolución de la ONU en diciembre, los sirios deben ponerse de acuerdo sobre un organismo de transición encargado de organizar unos comicios a mediados de 2017.

Para alcanzarlo, Naciones Unidas aboga por negociaciones indirectas. Las partes estarán en salas separadas y los emisarios irán de una a otra llevando las propuestas.

El desafío es enorme y las esperanzas pocas, vista la extrema complejidad del asunto.

El futuro del presidente Bashar al Asad es la cuestión más complicada y ya hizo fracasar las anteriores negociaciones. La oposición desea su marcha tras la formación de una autoridad de transición, lo que el régimen y sus aliados rusos e iraníes rechazan.

Las potencias occidentales, que durante mucho tiempo reclamaron la salida del presidente sirio acusándolo de ser el verdugo de su propio pueblo, cambiaron de discurso tras el avance del grupo yihadista Estado Islámico (EI), considerado la amenaza principal.

Desde agosto de 2014, una coalición encabezada por Estados Unidos lleva a cabo bombardeos contra posiciones de esta organización yihadista en Irak y en Siria. Holanda anunció el viernes que se uniría a los ataques aéreos en Siria.

Desde el otoño boreal, los rusos también efectúan bombardeos aéreos en Siria. Según los occidentales, atacan sobre todo a los grupos opositores al régimen de su aliado Bashar al Asad.

Su acción ha permitido a Damasco recuperar territorio, lo que refuerza su posición en las conversaciones de paz, que se anuncian, en este contexto, duras pese a la emergencia humanitaria.

Según Bettina Luescher, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), 18 zonas en Siria están sitiadas y más de 4,6 millones de personas tienen poco o ningún acceso a ayuda humanitaria.

"El PMA pide que todos los actores y organizaciones humanitarias tengan acceso a estas zonas para entregar ayuda de urgencia, comida, agua y medicamentos", urgió.

Para Brice de le Vingne, director de operaciones de Médicos Sin Fronteras, es "inaceptable que la gente continúe muriendo de hambre y que los pacientes en un estado crítico continúen en la ciudad [sitiada de Madaya desde hace seis meses por las fuerzas gubernamentales], cuando deberían haber sido evacuados hace semanas".

bur-chp/cf/cel/jz-tjc

Mostrar comentarios