Los clientes de Ashley Madison, con el alma en vilo por filtración de datos

  • Dos años atrás, atrapado en lo que recuerda como "un matrimonio muerto", Michael se registró en el sitio de citas adúlteras Ashley Madison. Ahora sus datos privados se han publicado junto a los de 32 millones de personas tras un masivo ciberataque.

"Lo frecuenté durante unos tres meses", contó Michael, que trabaja para una organización de voluntarios, a la AFP en condición de anonimato.

"Honestamente, el sitio era terrible. Conocer a gente real era difícil. Apostaría que la mayoría de los usuarios, incluso los que pagaban, ni siquiera habían tenido nada ni parecido a una aventura", dijo.

"A muchos, como a mí, nos pareció sin sentido y nos salimos muy poco después de registrarnos, pero ellos no eliminaron nuestra información".

Hoy, Michael vive con miedo, después de que los detalles de su cuenta aparecieron -entre los de otros 32 millones de personas- en el ataque cibernético más comentado del año.

No le preocupa su matrimonio, pues él y su esposa se separaron y actualmente tramitan su divorcio. Pero sí cómo podría afectar la revelación a su hijo y a su trabajo.

"Mi temor es que esto cause estragos en todas las áreas de mi vida. Tengo un buen trabajo, pero muchos de quienes trabajan conmigo son religiosos. Podrían despedirme", sostuvo.

"Lo que hice estuvo mal y lo lamento profundamente, pero perder mi trabajo y arriesgarnos a que mi hijo viva en la pobreza no es un castigo apropiado".

"Y estoy preocupado por la petulancia de los hackers y el regocijo de algunos en las redes sociales".

El lema de Ashley Madison, "La vida es corta. Ten una aventura", es tentador. Pero el impacto de la filtración de sus datos podría ser tan largo como la propia vida.

Los intentos de extorsión en línea se han multiplicado y se investiga su vinculación con al menos dos suicidios, de acuerdo con la policía en la ciudad canadiense de Toronto, donde tiene su sede la empresa.

El Pentágono, por su parte, está investigando a usuarios de Ashley Madison que se registraron en el sitio con direcciones de correo electrónico militares. El adulterio puede ser motivo de juicio en las Fuerzas Armadas estadounidenses.

La filtración de datos "ha dejado tanto a familias como parejas infieles aterrorizadas, sin esperanza y con mucha rabia", explicó a la AFP Nicolle Mayo, profesora de psicología de la Universidad de Mansfield en Pensilvania.

Entre las víctimas hay figuras conocidas como Josh Duggar, conocido activista por los valores de la familia tradicional y protagonista de un "reality show". Según los registros, Duggar ha gastado cerca de 1.000 dólares en dos cuentas de Ashley Madison desde febrero de 2013.

"He sido el mayor hipócrita de la historia", dijo la estrella de "reality" tras esta revelación. Apenas unos meses atrás, Duggar había confesado en un comunicado que tuvo comportamientos sexuales impropios en su adolescencia.

La empresa matriz de Ashley Madison, Avid Life Media, está ofreciendo una recompensa de 500.000 dólares canadienses (375.000 dólares) por información que conduzca al arresto de los hackers, que se hacen llamar "Impact Team" ("Equipo de choque").

Avid Media Life está a su vez siendo demandada por un viudo discapacitado canadiense que dice que se registró en Ashley Madison "en busca de compañía", después de perder a su esposa de 30 años por un cáncer de mama.

Joslin Davis, presidente electo de la Academia Estadounidense de Abogados Matrimoniales, dijo a la AFP que no ha habido "ningún repunte medible" en el número de llamadas a abogados de familia luego del pirateo de Ashley Madison.

Pero en las oficinas de consultores sobre reputación y relaciones públicas en internet, los teléfonos no paran de sonar.

"Es un saco de gente mezclada, todos hombres", dijo Courtney Fitzpatrick, directora de medios de Status Lab, una de estas consultoras, que ha sido contactada por unos 50 clientes de Ashley Madison hasta ahora.

"Algunos están reclamando el robo de identidad, algunos reconocen las infidelidades pero lamentan mucho lo que hicieron", dijo a la AFP.

"Otros son infieles descarados y temen ser descubiertos por sus esposas".

Denise Friedman, jefa del departamento de psicología del Roanoke College en Virginia, estimó que los usuarios de Ashley Madison están aprendiendo por las malas que nada en el ciberespacio es totalmente privado.

"Tú pones cosas en línea y no importa qué tan seguro crees que es" porque siempre hay alguien capaz de piratear los servidores de seguridad que supuestamente las protegen, dijo Friedman, quien estudia el impacto de las redes sociales en las relaciones.

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