Los cuadros de "La última cena" de Da Vinci y de Dalí cobran vida en Paraguay

  • Los cuadros de "La última cena" de Leonardo Da Vinci y de Salvador Dalí cobraron vida hoy con la representación realizada por artistas de la comunidad de Tañarandy, (tierra de los irreductibles), a 260 kilómetros al sur de Asunción.

Asunción, 6 abr.- Los cuadros de "La última cena" de Leonardo Da Vinci y de Salvador Dalí cobraron vida hoy con la representación realizada por artistas de la comunidad de Tañarandy, (tierra de los irreductibles), a 260 kilómetros al sur de Asunción.

Los doce apóstoles y Jesucristo vistos por el renacentista Da Vinci y por el surrealista Dalí se convirtieron este año en los mayores atractivos de Tañarandy, una evocación de la Semana Santa que este año cumple 20 años de vigencia en Paraguay.

El espectáculo artístico-religioso congregó a miles de espectadores, entre ellos turistas españoles, estadounidenses, argentinos y mexicanos, entre otros, que se deslumbraron con los coloridos y radiantes "cuadros vivientes".

Esas obras fueron escenificadas en un reducto de la ciudad de San Ignacio Guazú, donde los padres de la Compañía de Jesús levantaron en 1610 la primera de sus misiones en la región.

El artista plástico Koki Ruiz es el ideólogo y promotor de esta peculiar y atractiva muestra que hoy, a 20 años de las primeras procesiones realizadas en esa zona, evocó el arte de Da Vinci y ofreció un marcado homenaje a Dalí, de quien también fueron recreadas obras como "El Cristo de San Juan de la Cruz" y "El Cristo hipercúbico".

Los "cuadros vivientes" fueron exhibidos en una pequeña colina denominada barraca, ante un lago, donde las imágenes se reflejaban en el espejo de agua y generaban un efecto visual único.

Las escenificaciones, a cargo de actores y lugareños de la zona, se llevaron a cabo después de que los visitantes hicieran una caminata cuando el sol comenzaba a ocultarse para emular la procesión de la Virgen Dolorosa hacia su Hijo en la Cruz.

Ese trayecto fue iluminado con unas 15.000 luminarias elaboradas artesanalmente por los lugareños con sebo y mecha en cáscaras de "apepú" o naranja agria y 5.000 antorchas clavadas en estacas a la vera del camino de tierra que reencarnó el "Yvaga Rapé" (camino al cielo, en guaraní).

El recorrido, pese al barro generado tras la intensa lluvia caída en la víspera, contó como cada año con la participación de los "estacioneros", grupos de feligreses y voluntarios provenientes de Luque y Aregua, municipios cercanos a Asunción, que entonaron el "purahéi jahe'o" o canto lastimoso mientras portaban cruces y velas.

La noche también fue amenizada por una orquesta de música barroca y el coro "Espíritu Santo" de Ciudad del Este, así como por la intérprete "Gloria del Paraguay", que interpretó varias piezas alusivas a la fecha, como el "Ave María".

La celebración de la Semana Santa en Tañarandy fue creciendo en popularidad año tras año y, según los organizadores de este evento, un promedio de 20.000 personas asisten cada Viernes Santo para presenciar uno de los más singulares ritos religiosos y artísticos de esta festividad católica en Latinoamérica.

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