Los estragos de la heroína, tema de campaña en las primarias de New Hampshire

  • Detrás de los paisajes nevados inmaculados, el pequeño estado de New Hampshire oculta una epidemia de heroína que destroza miles de vidas. Una plaga de progresión exponencial que ha aparecido en la campaña presidencial de Estados Unidos.

"Está por todas partes", afirma Christopher Hickey, un socorrista de la brigada de bomberos de Manchester, principal ciudad de este territorio del noreste del país, donde este martes se celebraban las primarias demócrata y republicana para la Casa Blanca.

Los servicios de emergencia intervienen por casos de sobredosis de heroína en ámbitos muy diferentes: baños públicos o restaurantes elegantes, en automóviles en barrios de mala fama o clase alta.

"Probablemente solo vemos una fracción del verdadero número de consumidores", se inquieta Hickey.

En los últimos siete años han muerto más estadounidenses de sobredosis que en accidentes de carretera. En 2014 hubo 47.000 decesos por esta causa. Seis de cada diez de esas muertes son por sobredosis de heroína u opiáceos, según cifras oficiales.

Con solo 1,3 millones de habitantes, New Hampshire sufre de manera particular el fenómeno. El número de decesos por sobredosis por este tipo de drogas aumentó de 380 en 2014 a 450 el año pasado.

En Manchester, cinco personas fallecieron en los primeros seis días de febrero. El número de presuntas sobredosis de heroína o fentanyl, un poderoso medicamento contra el dolor, explotaron en 2015, pasando a 726 contra 320 en 2014.

Las víctimas tenían de 16 a 74 años, pero es la franja entre 18 y 35 la más afectada.

La epidemia apareció en la campaña presidencial y los candidatos de las primarias republicana y demócrata no escaparon al tema hasta el mismo día de la elección.

La cuestión ganó espacio por la lucha de una mujer que supo conseguir la atención gracias a un acceso privilegiado: Kriss Blevens es una las maquilladoras profesionales más respetadas en el mundo político en Estados Unidos

Trabajó con todos los presidente estadounidenses desde Jimmy Carter (1977-1981) y se ocupa este año de todos los candidatos a las primarias de New Hampshire.

Su hijastra Amber murió de sobredosis de heroína en 2014.

Como en muchos casos, la adicción de Amber comenzó con calmantes vendidos bajo prescripción médica para enfrentar problemas mentales no diagnosticados, según Kriss Blevens.

Hija única de su marido Mark, Amber pasó luego consecutivamente a la marihuana, a los opiáceos contra el dolor y la heroína.

"Él me decía todo el tiempo 'se va a morir, se va a morir'", afirmó Kriss Blevens a la AFP. "Ser padres de un hijo adicto es muy doloroso porque es como una montaña rusa marcada siempre por el miedo", agregó.

La maquilladora abrió "Amber's place", un centro de atención y rehabilitación de urgencia para los pacientes que sufrieron una sobredosis, nombrado en homenaje a su hijastra.

Símbolo del alcance de la epidemia, varios candidatos presidenciales se ven afectado de cerca.

Entre los republicanos, la hermanastra de Ted Cruz murió de sobredosis, la hija de Jeb Bush fue encarcelada varios años atrás por posesión de drogas y adicción, un problema que provocó el deceso de la nuera de Carly Fiorina.

El magnate Donald Trump prometió el martes "poner fin rápidamente" a la epidemia si resultase electo.

Del lado demócrata, la favorita y exsecretaria de Estado Hillary Clinton aseguró que sacará el problema de la "sombra", y su rival Bernie Sanders afirmó que luchará contra esa "enfermedad".

Los electores de New Hampshire son particularmente sensibles a este tema.

"Es una guerra", señaló Dennis Dura, que con 43 años ha sufrido en carne propia los estragos de la heroína, con 31 detenciones y 13 años viviendo en la calle.

Hoy en día, ha escapado de las drogas y ayuda a pacientes a superar sus adicciones. "Si un candidato no habla de resolver este problema, no lo votaré", indicó a la AFP.

jm/mar/fj

Mostrar comentarios