Los evacuados de Gran Canaria, entre la desolación y el miedo a perderlo todo

  • La catástrofe "sin precedentes" provocada por el incendio ha obligado a desalojar a 9.000 personas, que ahora temen quedarse "sin nada”.
Incendio Gran Canaria. / Cabido Gran Canaria
Incendio Gran Canaria. / Cabido Gran Canaria

Las instalaciones del polideportivo de Agaete siguen recibiendo a cientos de vecinos evacuados por el incendio forestal de Gran Canaria, que ya ha arrasado más de 10.000 hectáreas y obligado a evacuar a 9.000 personas.  La desolación y el miedo a haber perdido su pueblo y quedarse "sin nada” se extiende entre los desalojados. Carlota Marín, vecina de la zona de El Risco, llora cuando cuenta a la agencia EFE que el fuego estaba la noche del domingo muy cerca de su barrio donde, asegura, se ha vivido "un tremendo infierno".

Marín y sus vecinos han puesto "todo lo que tenemos, equipamiento, bombillas, agua de piscinas y estanques” ha disposición para colaborar en las labores de extinción dentro de sus posibilidades. Tras una noche que pareció eterna, este lunes Marín escuchaba los helicópteros sobrevolando la zona donde está su casa, un sonido que se sumaba a la tranquilidad de "no ver las llamaradas de anoche ni el fuego metiéndose en el pueblo".

Las evacuaciones del fin de semana continuaron este lunes. A primera hora de la tarde se desalojó el barrio de Ayacata, en el municipio de Tejeda, cuya cuenca tratan de proteger de la propagación del fuego. Veinte carreteras de la isla siguen cortadas y no está previsto que las personas desalojadas puedan volver por ahora a sus casas. El incendio tiene un perímetro de 60 kilómetros y afecta a ocho municipios, según los últimos datos ofrecidos por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.

Más de una veintena de voluntarios trabajan sin descanso desde hace más de 48 horas en el polideportivo de Agaete, que acoge a los vecinos de las zonas altas y del valle, además de ganado y animales de compañía. En este espacio se ha instalado un lugar para que los evacuados puedan descansar y que cuenta con un improvisado refugio de animales.

Un vecino del valle de Agaete, Fausto García, reconoce a EFE que tiene "mucha intranquilidad y miedo" a lo que pueda pasar, porque "es una desgracia tremenda". Tras la evacuación la situación ha sido “muy tensa” porque asegura que al salir de su vivienda “había llamas por detrás, a la derecha e izquierda” pero lo que más le preocupa es la integridad de sus vecinos "porque lo demás se arreglará y el campo crecerá".

La vecina del pueblo de Agaete Jessica Herrera llegó este domingo a las 12 horas tras conocer que se había activado el polideportivo como centro de acogida para evacuados y para participar como voluntaria. Aquí, señala, se han volcado para que los vecinos tengan de todo, así como para los efectivos que trabajan en la extinción.

Para Herrera “la parte positiva es que el pueblo se ha unido para ayudar” aunque reconoce que los evacuados "están muy nerviosos, sobre todo los que residen en casas de la zona alta de Agaete”. Todos están muy pendientes del viento y la situación en la zona, afirma la voluntaria, quien insiste en que se trata de algo nuevo porque "este incendio se ha salido de cualquier otro que se haya vivido en la zona en los últimos años”.

El responsable de la Federación de Asociaciones Unidas por la Defensa Animal (FAUDA), José María Docampo, se ha movilizado a este punto en Agaete, que se suma al ya disponible en San Mateo y en el que trabajan desde la tarde noche del domingo. Durante la jornada de este lunes se movieron “burros y animales grandes”, y ya hay alojados en esta instalación "podencos y perros de caza, perros de gran tamaño y domésticos, gatos y una decena de cabras y baifos”.

Dos helicópteros Kamov contra un incendio "descontrolado"

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, señaló este lunes que las dos próximas jornadas serán cruciales en la evolución del fuego, en cuya extinción trabajan casi un millar de personas y 14 aeronaves en uno de los despliegues más importantes que se han realizado en Canarias y en España en un dispositivo de este tipo. El "momento es crítico" en la lucha contra "este gravísimo incendio", reconoció Planas. Se prevé que en las próximas horas bajen las temperaturas y aumente la humedad ambiental, después de un fin de semana de alerta por intenso calor, lo que permitiría avanzar en el control del fuego.

Fuentes cercanas al operativo señalan a La Información que dos helicópteros Kamov del Ministerio de Agricultura, procedentes del sur de la península, se han desplazado hasta Canarias para colaborar en la lucha contra un incendio que en la tarde del lunes estaba "totalmente descontrolado". 

Los esfuerzos se concentran sobre todo en contener el avance hacia los municipios de Agaete y La Aldea, el frente más complicado, así como hacia Tejeda, donde el fuego se mantiene activo a pesar de los esfuerzos, indicó el jefe de servicio de la Dirección General de Seguridad del Gobierno canario, Florencio López. En la zona de Agaete y La Aldea, donde se encuentra el Parque Natural de Tamadaba, solo se puede actuar por aire, pues es muy peligroso hacerlo por tierra, ya que hay gran riesgo de que los medios terrestres queden atrapados.

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