Los más pobres y vulnerables, los más golpeados por el terremoto en Guatemala

  • Las comunidades rurales del noroeste de Guatemala, las más pobres y vulnerables del país y también las más afectadas por el terremoto del miércoles, luchan hoy por volver a la normalidad con la ayuda de miles de socorristas y soldados, y la solidaridad de otros países.

Oscar René Oliva

Guatemala, 8 nov.- Las comunidades rurales del noroeste de Guatemala, las más pobres y vulnerables del país y también las más afectadas por el terremoto del miércoles, luchan hoy por volver a la normalidad con la ayuda de miles de socorristas y soldados, y la solidaridad de otros países.

El primer cargamento de ayuda humanitaria para los damnificados fue despachado hoy por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) hacia las comunidades rurales de San Marcos y Quetzaltenango.

Esos dos departamentos y los de Quiché, Sololá, Huehuetenango, Totonicapán y Retalhuleu, donde se concentra la mayor cantidad de población indígena y la pobreza y marginalidad del país, fueron declarados el jueves en "estado de calamidad" por el presidente Otto Pérez Molina debido a los daños causados por el sismo.

Hasta el momento, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) contabiliza un total de 52 fallecidos, al menos 200 heridos y 22 desaparecidos, pero las cifras definitivas pueden variar a medida que avancen los trabajos de rescate y levantamiento de escombros.

Alejandro Maldonado, director de Conred, dijo hoy en una rueda de prensa que "es probable que la cifra de fallecidos se reduzca" conforme vayan consolidando los informes oficiales.

El gobierno asegura que tiene recursos para hacer frente a la emergencia causada por el terremoto, pero también reconoce que la fase de reconstrucción "no será fácil".

Países como Estados Unidos, Canadá, Taiwán, Venezuela, España, Colombia, México y Costa Rica, según Pérez Molina, le han ofrecido su colaboración y ayuda.

La declaración de estado de calamidad, que durará 30 días y que prohíbe las concentraciones, espectáculos, el porte de armas de fuego y limita la locomoción, permitirá atender con más rapidez a los damnificados por el sismo, según las autoridades.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida del 2011 elaborada por el estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en los siete departamentos en estado de calamidad los niveles de pobreza van desde un 53,73 (Quetzaltenango) hasta un 77,47 % (Sololá).

El departamento de San Marcos, el más golpeado por el terremoto, según las cifras oficiales, tiene un índice de pobreza del 68,54 %, mientras que en Totonicapán es del 73,29 %, en Quiché del 71,85, Huehuetenango el 60,50 & y Retalhuleu, la zona del epicentro del terremoto, del 59,24 %.

En febrero pasado, el presidente Pérez Molina puso en marcha en San Juan Atitán (Huehuetenango), con una prevalencia del 91,4% de desnutrición crónica, su programa "hambre cero" que beneficia a 166 de los 334 municipios que tiene Guatemala.

El movimiento telúrico del miércoles, el más fuerte desde el terremoto del 4 de febrero de 1976 que dejó 25.000 muertos, se sintió en 21 de los departamentos del país, todos menos Petén, en el norte y fronterizo con México y Belice.

Las humildes casas, construidas de adobe y láminas en las regiones más afectadas, se vinieron al suelo por el violento sismo que también ha dejado 200 heridos, 5.251 personas que lo perdieron todo, más de 1,2 millones de afectados y 6,7 millones de habitantes en riesgo por las réplicas, según el presidente.

Cientos de socorristas y soldados colaboran con los pobladores de las comunidades afectadas en limpiar los destrozos y planear la reconstrucción.

A los bomberos, soldados y miembros de la Cruz Roja guatemalteca se unió un grupo de siete integrantes de la Brigada de Rescate Topos de México, que llegaron al país en las últimas horas.

Las autoridades aún no han cuantificado los daños materiales ni lo que costará la reconstrucción, pero ya se ha determinado que quedaron destruidas 554 viviendas y otras 1.529 sufrieron desperfectos, y hay reportes de derrumbes y grietas en carreteras.

El epicentro del sismo, que también se sintió con fuerza en El Salvador y México, fue ubicado a 200 kilómetros al suroeste de la capital guatemalteca, frente a las playas de Champerico.

Desde el momento del terremoto se han registrado 72 réplicas de magnitudes entre 3,5 y 4,9 en la escala abierta de Richter, las cuales han causado pánico entre la población por temor a un nuevo desastre.

Hoy mismo un sismo de magnitud 4,5 en la escala abierta de Richter sacudió el departamento de San Marcos, el más afectado por el terremoto del pasado miércoles, sin que se haya reportan daños ni víctimas. EFE

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