Los mexicanos despiden a Carlos Fuentes, el gran escritor que marcó sus vidas

  • Antes de convertirse en cenizas, el cuerpo del escritor mexicano Carlos Fuentes tuvo hoy una última oportunidad de recorrer las calles de su querida Ciudad de México, en donde miles de ciudadanos despidieron con aplausos y palabras de cariño al autor que marcó sus vidas.

Paula Escalada Medrano

México, 16 may.- Antes de convertirse en cenizas, el cuerpo del escritor mexicano Carlos Fuentes tuvo hoy una última oportunidad de recorrer las calles de su querida Ciudad de México, en donde miles de ciudadanos despidieron con aplausos y palabras de cariño al autor que marcó sus vidas.

"Para mí significaba mucho, era un gran escritor y una de las personas más importantes en mi vida porque me ha inspirado muchas cosas. Es una persona de las que el mundo necesita para cambiar", decía Silvia, una joven de solo 18 años.

Desde el mediodía, centenares de admiradores del escritor fallecido ayer a los 83 años por una hemorragia en el aparato digestivo se agolparon a las puertas del Palacio de Bellas Artes, en donde se instaló su capilla ardiente, para poder decirle adiós.

Algunos portaban flores y carteles con mensajes de cariño. "Nos vemos allá, en otros pasajes, en otros capítulos o en algún final. Te leemos siempre", decía una cartulina sostenida por un joven que contó que en la universidad siempre les han inculcado la grandeza de obras como "Aura", "La muerte de Artemio Cruz" y "La región más transparente".

El féretro salió a primera hora de la mañana de la casa del escritor ubicada en San Jerónimo, en el sur de la capital, donde fue velado anoche en la intimidad por familiares y amigos.

En el recorrido hasta Bellas Artes, algunas de las calles de la capital mexicana se llenaron de ciudadanos que aplaudían al paso del vehículo.

Al llegar la carroza fúnebre al Palacio de Bellas Artes, a las 12.00 hora local (17.00 GMT), su viuda, Silvia Lemus, y su hija, Cecilia Fuentes Macedo, esperaban en la puerta.

Aplausos, un chelo con música de Bach, la bandera mexicana cubriendo el ataúd, una foto del escritor sonriente y decenas de coronas de flores enviadas por entidades culturales, el Gobierno mexicano y hasta de la presidenta argentina, Cristina Fernández, país en el que Fuentes residió cuando era niño, llenaban el recinto.

En el acto participó el presidente mexicano, Felipe Calderón, quien dijo que Fuentes "ha muerto para ser amado más" y destacó que sus obras no se irán nunca.

"Mi querido don Carlos: ni su pensamiento, ni sus libros, ni su crítica morirán jamás", expresó emocionado el gobernante, quien aseguró que el escritor seguirá viviendo "en su palabra, en varias generaciones de mexicanos".

El mandatario dedicó la mayor parte de su discurso a leer pasajes de la obra del autor "En esto creo", en el que Carlos Fuentes cavila sobre la idea de la muerte.

Previamente, el también escritor Federico Reyes Heroles hizo una semblanza del autor y destacó sus dotes como orador y conversador y su firme apuesta por la palabra como instrumento para llegar a todos.

"Era una antena muy sensible de lo que ocurre en el mundo", dijo el escritor, quien resaltó que Fuentes logró "llevar a México al mundo y traer el mundo a México".

La titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, lo describió como un "intelectual irrepetible, cuya voz resuena con pertinencia y autoridad en todos los rincones del mundo, un hombre con un pensamiento tan luminoso como su prosa".

"Difícilmente podríamos entendernos sin Carlos Fuentes, sus libros forman parte del paisaje cultural de México, el centro de sus inquietudes literaturas e intelectuales", indicó.

Al homenaje asistieron colegas de fuentes como Elena Poniatowska, Laura Esquivel y Ángeles Mastretta, y otros artistas como el cineasta Arturo Ripstein y el pintor Vicente Rojo.

El alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, también intervino en el acto y dijo a la prensa que en los próximos días se van a hacer diversas actividades en torno al escritor, "un gran personaje de la ciudad y de la identidad de la ciudad".

Pese a que México fue la ubicación de muchas de sus novelas y uno de sus grandes amores, las cenizas del escritor serán trasladadas al cementerio de Montparnasse de París.

Fuentes decidió que allí quería descansar eternamente, no para compartir campo santo con grandes de la literatura como Jean Paul Sartre o Charles Baudelaire, sino para estar con Natasha y Carlos, dos hijos muertos a quienes la vida no le permitió disfrutar suficiente. EFE

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