Los niños son uno de los grupos más afectados por el cambio horario


Los niños son uno de los colectivos que más notarán el adelanto de 60 minutos en los relojes la próxima madrugada para adaptarse al horario de verano y por eso los pediatras recomiendan a los padres que anticipen días antes también sus rutinas de sueño y alimentación.
En concreto, la Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja ir adelantando unos 15 minutos la hora de comer, de estudiar y de irse a la cama de los más pequeños antes de que llegue el cambio horario oficial.
Y es que, según explica Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP), uno de los colectivos que más notará el cambio de hora será el infantil, "cuyo reloj biológico puede tardar en ajustarse varios días e, incluso, una semana".
El doctor Pin indica que además de alteraciones en el sueño, el movimiento del reloj "puede generar problemas de atención, irritabilidad, enfados, cansancio y desánimo, especialmente en las primeras horas escolares".
En los adolescentes, la calidad y cantidad total de horas de sueño "empeora sensiblemente" los días posteriores al cambio horario. "Lo más probable es que los jóvenes mantengan la hora de dormir previa y por tanto disminuyan la duración del dormir para ajustarse a la señal social matutina", comenta el pediatra.

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