Los paraguayos salen a la calle contra la corrupción inspirados en Brasil

  • Diversos grupos de ciudadanos en Paraguay preparan hoy nuevas marchas contra el nepotismo como parte de un movimiento insólito en el país que ha adoptado el rollo de papel higiénico como su bandera y está incentivado por las movilizaciones en otros países, en especial Brasil.

César Muñoz Acebes

Asunción, 22 nov.- Diversos grupos de ciudadanos en Paraguay preparan hoy nuevas marchas contra el nepotismo como parte de un movimiento insólito en el país que ha adoptado el rollo de papel higiénico como su bandera y está incentivado por las movilizaciones en otros países, en especial Brasil.

La Asociación de Taxistas de Asunción anunció que congregará sus automóviles el sábado frente al Congreso, mientras que en una plaza de Asunción habrá hoy un foro para plantear nuevas acciones, incluida una protesta contra la corrupción en el poder judicial.

Se trata de un movimiento espontáneo y apartidista, convocado por las redes sociales, que ha sumado progresivamente a más participantes y que el pasado miércoles llenó una vía doble de más de tres kilómetros con una caravana de vehículos y después reunió a algunos miles de personas frente al Congreso.

Al contrario que en manifestaciones anteriores en Paraguay, por detrás no hay ningún partido o sindicato y los manifestantes ni siquiera tienen líderes claros.

En eso se asemeja al movimiento que sacudió a Brasil el pasado junio, que también tenía la corrupción como uno de sus acicates y que llegó a reunir más de un millón de personas en una sola jornada en marchas por todo el país.

"Es hora de que tomemos el ejemplo de Brasil y despertemos", dijo a Efe Sergio Amarilla, uno de los participantes en las protestas.

"Llevo trabajando desde los ocho años, tengo 32, sacrificándome todos los días y vienen unas personas y roban impunemente. Te da una rabia tremenda", explicó Amarilla, quien trabaja en un supermercado.

"Hay un efecto dominó en América Latina", opinó, por su parte, Alicia Gómez, una estudiante universitaria de 24 años.

El malestar se ha ido acumulando con la publicación por la prensa de numerosos casos de nepotismo en el Congreso, una institución repleta de puestos de confianza que ocupan personas a menudo sin una función conocida.

La gota que colmó el vaso fue el rechazo el pasado 15 de noviembre por parte del Senado al desafuero de Víctor Bogado, legislador del gobernante Partido Colorado y expresidente de la Cámara de los Diputados.

La Fiscalía había pedido investigarle por un contrato en la Cámara de Diputados a una mujer que recibía dos sueldos y que en realidad era la niñera de sus hijos.

Los 23 senadores que rechazaron suprimirle la inmunidad parlamentaria, incluido él mismo, se han convertido ahora en las "23 niñeras" y sus rostros están estampados en cuartillas exhibidas en las marchas.

Más de un centenar de restaurantes, bares, cines, hospitales, gasolineras y otros comercios de Asunción han prohibido la entrada a los 23 y sus allegados, que han sido abucheados en algunas ocasiones tras ser reconocidos en los establecimientos.

Los taxistas dijeron hoy que no les llevarán a ningún sitio.

Las manifestaciones han tomado por sorpresa a los políticos, algunos de los cuales las han deslegitimado y han afirmado que son producto de la "burguesía" asunceña.

"Hay clases medias que predominan en las protestas, pero eso no las descalifica en absoluto", dijo a Efe Ramón Fogel, profesor de sociología en la Universidad Nacional de Asunción.

Fogel destacó que el uso de las redes sociales como medio de convocatoria es algo novedoso en Paraguay "y es ventajoso que así sea, porque todos se sienten parte" del movimiento.

Este analista cree que las manifestaciones incorporarán de forma progresiva otras reivindicaciones, como una mejora de los servicios públicos, al igual que ocurrió en Brasil, donde se iniciaron por un alza en el precio del transporte y luego se añadieron otras demandas.

El pliego de demandas distribuido en la marcha del miércoles rechazaba subidas al valor del pasaje de autobuses y el mantenimiento de "este sistema de transporte paupérrimo producto de favores políticos".

La senadora del Partido Liberal Zulma Gómez, una de las que votó contra el desafuero, reconoció el jueves en la Cámara Alta que no dimensionó la reacción popular y pidió a sus colegas "prestar atención" a lo que dice la calle.

Puertas afuera del Congreso lo que se pide es una limpieza, con los rollos de papel higiénico de las marchas, de la clase política paraguaya, sin importar su ideología.

"La corrupción es de siempre, pero ahora es ya insoportable", dijo Rosa Gaona, una estudiante de 17 años.

"Nuestros políticos viven en mansiones, pero a costa de la pobreza del pueblo paraguayo. Esa es mi indignación", aseveró Vicente Peralta, un albañil de 64 años.

Mostrar comentarios