Roma, 25 jun.- El crucero Zenith de la compañía Pullmantour, que ayer sufrió un conato de incendio, es remolcado, con sus pasajeros a bordo, hacia el puerto de Venecia, donde aguardan 40 autobuses que los llevarán al aeropuerto para regresar este misma noche a España, dijeron a Efe fuentes diplomáticas españolas.
Una vez arribe el buque, que fue remolcado por varios barcos, a Venecia, los pasajeros viajarán en 40 autobuses al aeropuerto de la Ciudad de los Canales donde seis aviones Pullmantour air partirán esta misma noche con destino Madrid y un séptimo desde Bolonia, que se dirigirá a Barcelona, agregaron.
La llegada del barco al puerto de Venecia se espera hacia la una de la madrugada y allí aguardan a los turistas del malogrado viaje, el cónsul de España en Milán, Emilio Fernández Castaño y el Cónsul Honorario, Antonio Simio Nato que han supervisado toda la operación de regreso a España.
Las fuentes diplomáticas resaltaron la versatilidad y rapidez de la actuación de las fuerzas de socorro italianas y la coordinación con todos los departamentos relacionados con el suceso que han sido puestos a disposición de la autoridades españolas.
Al barco, de 47.413 toneladas de desplazamiento, 208 metros de eslora y que fue remodelado en 2006, se incorporaron tras el suceso el presidente y los dos vicepresidentes de Pullmantour para revisar las operaciones de remolque.
Un conato de incendio se registró esta madrugada en el crucero Zenith, de la compañía Pullmantur, cuando viajaba entre las localidades de Rávena y Venecia (noreste de Italia) sin que haya habido heridos ni entre el pasaje ni entre la tripulación.
La Capitanía de Puerto de Venecia recibió en torno a las 04.00 hora local (02.00 GMT) un aviso de emergencia desde la embarcación, en la que viajan 1.672 pasajeros y 603 tripulantes y que tenía previsto llegar a la Ciudad de los Canales cuatro horas después.
El conato de incendio, registrado en la sala de máquinas del crucero, fue controlado por el mismo personal de a bordo y motivó que el barco quedara bloqueado en el mar Adriático a unas 16 millas entre Puerto Levante y Chioggia con los motores apagados debido al fallo en el sistema de propulsión.
Los pasajeros fueron conducidos al puente superior del crucero y se desplazaron hasta el lugar hombres de la Capitanía de Puerto de Venecia, carabineros (Policía militarizada) y bomberos con un remolcador.
Mediante un comunicado, la propietaria del crucero garantizó el reembolso íntegro del viaje.
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